Maya Angelou fue protagonista y testigo de algunos de los eventos más importantes del siglo XX en su país y, además, se convirtió en la voz de las mujeres afroamericanas. Sus famosos siete libros autobiográficos narran su vida hasta que cumplió cuarenta años, y son un valioso testimonio sobre el mundo femenino desde la segregación racial a la lucha por derechos civiles. Poeta, actriz, cantante y mucho más, tuvo tantas vidas como historias para contar.

Nació como Marguerite Ann Johnson en St. Louis en 1928; tras la temprana separación de sus padres, ella y su hermano fueron enviados a vivir con su abuela. Eran tiempos de las leyes Jim Crow en Estados Unidos, donde desde la educación a los buses eran separados por color; desde pequeña aprendió que era difícil ser mujer y ser negra en su país. A los siete años, en una visita a la casa de su madre, su padrasto la violó: la pequeña Marguerite le contó a su familia del crimen, y su padrastro luego apareció muerto en lo que fue un ajusticiamiento. La niña quedó tan impresionada de lo que causó su revelación, que por años no habló más.

A los dieciseis años tuvo a su primer y único hijo, lo que significó tener que ganarse la vida de la manera que apareciera: fue la primera mujer negra en San Francisco en conducir un trolebus, fue cocinera, trabajó en un taller mecánico, bailó en clubs y hasta tuvo breves momentos como trabajadora sexual y proxeneta. Tras un fallido matrimonio con un marino griego, de quien tomó el apellido, comenzó otra parte de su vida, como cantante y actriz, ahora bajo el nombre con el que sería conocida mundialmente: Maya Angelou.

Su carrera en las tablas fue avanzando y se trasladó a Nueva York, donde incluso cantó en el mítico teatro Apollo y, en 1957, lanzó un disco llamado Miss Calypso. A principio de los años 60 conoció a Martin Luther King y comenzó a trabajar con las agrupaciones de derechos civiles. Durante esa década también vivió por años en Africa, tras emparejarse con el activista sudafricano Vusumzi Make; Angelou se trasladó al Cairo, y tras acabarse la relación, se mudó a Ganha con su hijo, escribiendo para distintos medios y otras variadas ocupaciones. Durante su estadía en Africa conoció en una visita a Malcolm X, quien también se transformó en un cercano, pero que poco después fue asesinado. Vendría luego otro golpe para el corazón de Angelou: tras su retorno a Estados Unidos, donde retomó su carrera artística, Martin Luther King fue asesinado.

En 1969 Maya Angelou publicó su primera autobiografía: Sé por qué canta el pájaro enjaulado, que resumía su vida como niña negra en Estados Unidos. Fue un éxito de ventas y transformó a Angelou en una verdadera estrella; era la primera vez que un libro de no ficción de una mujer negra causaba tal impacto, abriendo una ventana a cómo se vivía en medio del racismo. Desde entonces que Angelou fue narrando en su prosa cercana su vida en sus libros, además de convertirse también en poeta; su primera publicación en este género, de 1971, fue nominada al Pulitzer.

La vida de Maya Angelou seguiría siendo igual de increíble e impredecible en décadas siguientes: fue muy cercana amiga de Oprah Winfrey, quien la consideraba su maestra; fue nominada al premio Tony por su actuación en Broadway; participó en la famosa serie Raíces; dirigió una película y más. Otra de sus apariciones notables a nivel mundial fue cuando leyó uno de sus poemas en la inauguración de la presidencia de Bill Clinton en 1993; más adelante, Barack Obama sería otro de sus fanáticos en la Oficina Oval, y le otorgó el honor civil más alto de Estados Unidos, la Medalla de la Libertad. Maya Angelou murió a los 86 años, convertida en líder, ídola y voz de la comunidad negra en su país.

Publicidad