El 15 de junio de 2019, Zuzana Čaputová asumió como la primera mujer Presidente en su natal Eslovaquia. Su carrera política partió en diciembre de 2017 cuando se inscribió para poder constituir el partido Progresivne Slovensko (Eslovaquia progresista) y luego asumir como su vicepresidente.

Sus primeros veinte años los vivió en Bratsilava, en la desaparecida Checoslovaquia. Ahí fue a la Universidad Comenius donde se graduó de abogada en 1996, para luego comenzar a trabajar en diferentes áreas del servicio público, con ONGs (como Open Society y Greenpeace), desarrollo comunitario y fundar su propia oficina de abogacía.

Su nombre ya había hecho noticia a principios de los 2000 debido a su activismo: durante 14 años evitó que pusiera un vertedero tóxico en su pueblo natal, por lo que el 2016 fue premiada con el Goldman Environmental Prize. Además fue una de las caras visibles en las protestas antigobierno tras el asesinato del periodista Ján Kuciak (y su novia), quien estaba investigando un caso de corrupción dentro del gobierno.

El cargo de presidente en Eslovaquia, si bien no maneja la agenda cotidiana del gobierno – eso lo hace el Primer Ministro-, tiene poderes constitucionales como nominar y nombrar al Primer Ministro y a jueces; y también actúa como el comandante en jefe de las fuerzas armadas.

La elección de Čaputová es una victoria inusual en una región dominada por los partidos nacionalistas de derecha, como en Hungría, Polonia y Austria. Con una campaña donde no criticó a sus oponentes, sino que optó por proponer una reforma en la política orientada a valores progresistas, lo que tuvo gran acogida en los jóvenes eslovacos, Zuzana Čaputová, ganó con el 58,4% de los votos a finales de marzo de este año y no sólo se convirtió en la primera mujer, sino que también la persona más joven, en ganar el puesto presidencial.

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