Las nubes de hielo disparadas al espacio desde Encelado, la luna oceánica de Saturno, contienen hidrógeno de respiraderos hidrotermales, un ambiente que algunos científicos ven como similar al lugar donde surgió de la vida en la Tierra, dijeron científicos de la NASA.

El descubrimiento hace de Encelado el único lugar del Sistema Solar donde los científicos han encontrado evidencia directa de una posible fuente de energía para que se origine la vida, según la revista Science.

Condiciones similares, en las cuales las rocas calientes se encuentran con agua del océano, pudieron ser la cuna para la aparición de la vida microbiana en la Tierra hace más de 4 mil millones años.

El astrónomo del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial William Sparks dijo que la luna Europa, de Júpiter, también podría tener lo que él describe como un "océano global" que lo envuelve y que tendría "los ingredientes que se creen necesarios para la vida".

El anuncio fue hecho durante una conferencia de noticias televisada por NASA en Pasadena, California, y en Goddard, Maryland.

El descubrimiento fue hecho usando la nave Cassini de la NASA, que en septiembre terminará una misión de 13 años explorando a Saturno y su séquito de 62 lunas conocidas.

La detección de hidrógeno molecular se produjo en octubre de 2015 durante el último paso de Cassini a través de las plumas de Encelado, cuando pasó tomando muestras a 49 kilómetros por hora sobre el polo sur de la luna.

Encelado y Europa poseen océanos dentro de su corteza congelada, lo que alimenta la idea de que allí pueden haber buenas condiciones para la vida.

“Este es el caso más cercano que hemos llegado, hasta el momento, de identificación de un lugar con algunos de los ingredientes necesarios para un ambiente habitable”, señaló Thomas Zurbuchen, administrador adjunto de las Misiones Científicas de la NASA.

Vida similar a la de la Tierra

La misión Cassini, sonda que navega alrededor de Saturno, descubrió que Encelado, la luna congelada de Saturno, vierte en su subsuelo actividad hidrotermal. Esto añadido a la amplia presencia de hidrogeno sobre su océano, podrían garantizar que la vida, en el caso que existiese en el lugar, generaría el proceso químico de “metanogénesis", donde los microbios para la obtención de energía utilizarían este elemento mezclado con dióxido de carbono.

Ambos químicos mezclados generarían metano en el lugar, desatando procesos similares a los de organismos de la Tierra.  

Mientras en Europa, la luna de Júpiter, los científicos de la agencia estadounidense concluyeron que los pulsos que habían sido registrados en su superficie por Hubble en 2014 y 2016, corresponderían a agua que se dispersó de su interior, calentando su corteza.

Las investigaciones que están llevando a cabo la Sonda Cassini y el Telescopio Espacial Hubble en los mundos oceánicos del Sistema Solar, continuarán durante los siguientes años, siendo la base para un futuro lanzamiento de la NASA, para indagar con más cercanías estos nuevos descubrimientos. 

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