Los reclamos que ha hecho en redes sociales un guardia de seguridad han puesto en aprietos a una famosa cadena de comida rápida en la ciudad de Los Angeles, Estados Unidos.

La historia es así: Devorise Nixon ordenó un menú de pollo frito para llevar, pero al morder una de las piezas notó que -afirma- lo que comía no sabía a pollo. "Mire y me di cuenta de que tenía la forma de una rata, con una cola y todo", dijo a la radio The Randy Economy, según publica CNN.

Antes de ir a hacer el reclamo a los encargados del local, le tomó una foto a la fritura sospechosa y la publicó de su página de Facebook. Luego regresó al restaurante con la foto y el recibo de la compra. La pieza de apanado la dejó en casa guardada en su refrigerador, afirma. 

"La administradora se alarmó, porque confirmó que era un ratón. Luego se disculpó", dijo Nixon.

Mientras esto ocurría, la imagen de la fritura comenzaba a viralizarse en las redes sociales hasta llegar a los medios de prensa.

Por ahora, la cadena de comida rápida no confirma que la acusación del cliente sea cierta dada, según explica, la poca colaboración de Nixon. 

"Nuestras piezas de pollo varían de tamaño y forma y ahora no tenemos evidencia para afirmar que se trata de un roedor", dijo KFC a CNN.

Además, afirman que la seguridad alimentaria es la prioridad de la compañía y que no existe la posibilidad de haber servido una rata a un cliente.

La cadena dijo que ofreció hacer una prueba gratuita con un laboratorio independientea la pieza de fritura, pero el afectado se ha negado a llevar la muestra. 

La empresa se ha defendido también usando las redes sociales. 

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