La holandesa Marieke Voorslujis no soporta la idea de que su hijo esté creciendo, pero entendió también que una crisis trae consigo una oportunidad. La madre, que es una tejedora profesional, a punta de palillos y lana recreó una réplica de su hijo en tamaño real.

Esta mujer tiene una empresa en aquel rubro llamada Club Geluk y vende tejidos de todo tipo, ya sean extraños o convencionales, pero en esta ocasión aprovechó su talento y su tristeza para darse a conocer al mundo con la versión en lana de su hijo.

“Mi hijo está llegando a la pubertad. Solíamos abrazarnos todo el tiempo, pero cada vez lo hacemos menos. Ahora prefiere salir con sus amigos, jugar con su teléfono. Lo normal para un chico de su edad. Soy una buena madre, así que lo acepto y estoy feliz de que sea un chico saludable”, dijo Marieke Voorslujis a medio locales.

Si bien, la imagen de una madre abrazando cariñosamente a un muñeco de su hijo puede ser sinónimo de locura o terror; en esta ocasión significa una ingeniosa forma de hacerle publicidad a su negocio.

La Marieke Voorslujis descartó que este distanciamiento natural sea un problema y reconoció que su obra es un tributo a la pubertad. muchos destacan que el muñeco de la "madre tejedora"  es una gran idea con la que esta mujer ha publicitado, de una forma muy original, su trabajo y empresa.

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