La pequeña Charlotte, de seis años, recientemente recibió su segundo implante coclear. Se trata de un aparato quirúrjico que permite a quienes tiene problemas para escuchar, mejorar enormemente su sentido auditivo.

La primera vez que Charlotte recibió uno de estos implantes fue en 2013 cuando tenía cuatro años. 

Por ese entonces a la pequeña oriunda de Taupo, Nueva Zelanda, le dijeron que tenía una pérdida parcial de la audición, pero finalmente fue diagnosticada como una profunda sordera en su oreja izquierda. Además presentaba una condición que limita la capacidad de su cerebro para escuchar por la oreja derecha.

Ante esto, su padre Alistair Campbell decidió rapar su cabeza antes de la segunda cirugía y tatuarse un dibujo similar al aparato que se le implantó a Charlotte.

 

Este es el primer y único tatuaje de Campbell, quien dijo a New Zerald News que se trataba de un tributo a su hija.

En respuesta, Charlotte apenas vio el tatuaje de su padre se rió y dijo que era "cool". 

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