Cuando el sitio de infidelidades Ashley Madison fue hackeado, los datos personales de 33 millones de usuarios se dieron a conocer en la web.

La BBC habló con dos mujeres que se vieron directamente afectadas por la filtración: una cuyo prometido usó el sitio y otra que era usuaria.

Ninguna de ellas quiso ser identificada, pero sus historias reflejan cuán dramático ha sido el impacto que la revelación de estos datos ha tenido.

A la primera la llamaremos "María". Dijo que usó una herramienta online para verificar si el correo electrónico de su prometido estaba entre los datos.

"No pensé que iba a encontrar nada sobre nadie", expresa.

Sin embargo, quería salir de dudas, porque uno de sus correos electrónicos parecía haber sido hackeado hacía poco.

Cuando entró la dirección de correo de su prometido, la base de datos no sólo confirmó que sí era cliente de Ashley Madison. También encontró la dirección postal, la ciudad, la fecha de nacimiento. Todo correcto.

"Estos sitios retienen tu protocolo de internet o IP por sus siglas en inglés, tu dirección, quién es tu proveedor, todo, incluso tu descripción física", explicó a la BBC.

"Todo correspondía a mi novio". Evidencia en mano, María enfrentó a su prometido.

"Muchas relaciones"

Al principio lo negó y lo negó y después confesó.

"Si, (dijo él) tuvo múltiples relaciones. Y pues… así le salió", dijo María.

Su prometido dijo que no podía explicarle completamente por qué lo hizo y que ella significaba para él mucho más que las mujeres que había conocido en Ashley Madison.

Pero la conversación no duró mucho. María hizo sus maletas y fue a quedarse con una amiga.

La boda que habían planeado fue cancelada.

Desde entonces hizo una cita para hacerse un chequeo y verificar que no tiene enfermedades venéreas y ha tratado de distanciarse lo más posible de su prometido.

La experiencia, dice, ha sido "devastadora".

"Una cosa es que alguien venga y te diga no estoy satisfecho, no estoy contento, o me resultá difícil ser fiel – que seas sincero", expresa.

"Pero no es justo hacerle a una persona perder años de su tiempo con duplicidades como esta".

Buscan ayuda en la web

No hay que hurgar mucho en la web para encontrar ejemplos de usuarios de internet cuyas vidas han sido afectadas por el escándalo de Ashley Madison.

Muchos foros están llenos de comentarios de quienes creen que sus medias naranja han utilizado el sitio.

Pero los usuarios de Ashley Madison también están buscando ayuda en la web.

Una mujer que era cliente de Ashley Madison, pero que no quiso ser identificada, también le habló a la BBC.

Para fines de este artículo la llamaremos "Amy".

Amy ha estado casada por 10 años.

Pero recientemente comenzó a jugar con la idea de tener una aventura. Ya había oído anuncios sobre Ashley Madison en la radio local, así que hace un año se inscribió y comenzó a buscar a un hombre para tener una relación.

Dice que nunca se comunicó con alguien y luego cerró la cuenta.

Dudas sexuales

Pero hace seis meses creó una nueva y en esta ocasión quería explorar dudas que tenía sobre su sexualidad y contactó a otras mujeres.

En esta ocasión sí encontró a alguien. Se comunicaron por varias semanas por correo electrónico.

"Vivía cerca de mí y parecía que habíamos enganchado," dice Amy.

"Su historia era muy similar a la mía. Ella era alguien que había estado casada por un tiempo y que tenía cierta curiosidad por esa parte de sí misma".

Amy cuenta que la mujer le dijo que era muy atractiva y esto la hizo sentirse halagada.

Habían planeado juntarse, pero al final no lo hizo.

Dijo que le entraron temores y que sintió que no quería poner en riesgo su matrimonio.

"Al usar el sitio me ayudó a darme cuenta de que había otras cosas de mí misma que necesitaba explorar".

"Da mucho miedo cuando tienes a alguien en tu vida que amas mucho y piensas que lo vas a herir".

Casada y curiosa

Amy dice que hasta el momento no le ha dicho a nadie de sus conocidos, pero le preocupa que su esposo descubra que usó el sitio.

Ha logrado distraer la mente por el momento con el trabajo, pero confiesa que está estresada y que la situación le ha afectado el sueño.

Ashley Madison ofrecía a los usuarios la opción de borrar todos sus datos por un precio de US$19 y Amy dijo que utilizó esta función.

Ella utilizó una herramienta de internet para chequear sus datos y se sorprendió cuando encontró su correo electrónico entre la información que fue revelada, además de su código postal, género y su nombre asociado a la tarjeta de crédito.

No se sabe qué sucedió en este caso, pero es posible que los hackers bajaron los datos antes de la fecha cuando Amy pagó para que su información fuera removida.

En todo caso, ahora enfrenta la posibilidad de que la descubran.

"Si mi esposo llegara a casa del trabajo y me dijera que alguien encontró esta información entre los datos revelados, sería honesta con él", dice.

"Me ha hecho analizar mucho mi conducta y reflexionar sobre por qué hice lo que hice y apreciar lo que tengo".

Por el momento, Amy solo espera que su esposo nunca lo descubra.

Publicidad