Cuando el director Martin Scorsese retrató en 2013 la fiebre del dinero y excesos en Wall Street, millones de espectadores quedaron boquiabiertos con las ganancias desenfrenadas de ese directivo llamado Jordan Belfort.

¿Se ajustaba la película "El lobo de Wall Street" a la realidad? En lo que se refiere a las ganancias que pueden percibir algunos directivos, parece que el filme se quedaba corto.

El tema es de actualidad en EE.UU. porque el pasado jueves la Comisión del Mercado de Valores (SEC) aprobó una nueva normativa que exigirá revelar la ratio entre retribuciones de los directores ejecutivos (CEO) de las compañías que cotizan en bolsa y los sueldos de sus empleados.

Y promete ser polémico porque la diferencia entre lo que ganan los CEOs con respecto a sus empleados supone una ingente brecha que se amplía año con año.

Efectivamente, si hace 50 años los principales ejecutivos recibían un salario de cerca de 20 veces más que el de su empleado medio, en 2013 la brecha promedio es de hasta 300 veces más, de acuerdo con un reciente análisis del centro de estudios Economic Policy Institute.

Pero esa es sólo una media: las diferencias en muchos casos son aún mayores.

Nueve directores ejecutivos del índice S&P 500 de Wall Street cobraron en promedio el año pasado más de 800 veces el sueldo del empleado medio de sus compañías, según un estudio realizado conjuntamente por la consultora de empleo Glassdoor y el diario "USA Today".

En un caso en particular la diferencia fue de 2.300 veces más.

Los que más ganaron en comparación

Estos son los directivos que más ganaron en 2014 en comparación con sus empleados.

David Zaslav (Discovery Communications): 2.300 veces más

El líder de la compañía creadora de Discovery Channel ganó según este último informe casi 2.300 veces más que su empleado promedio. Zaslav se embolsó más de US$156 millones frente a los US$ 68.387 de sus subordinados.

Steven Ells (Chipotle): 1.524 veces más

El consejero delegado de la empresa especializada en comida rápida mexicana ingresó US$ 29 millones, frente a los menos de US$ 19.000 que su trabajador promedio.

Montgomery Moran (Chipotle): 1.483 veces más

Otro de los directivos de Chipotle. Sus ingresos fueron de algo más de US$ 28 millones.

Larry Merlo (CVS Health): 1.054 veces más

El hombre que está al frente de la empresa de productos farmacéuticos y de salud obtuvo unas ganancias de más de US$32 millones frente a los apenas US$ 30.700 de sus empleados.

Howard Schultz (Starbucks): 994 veces

El consejero delegado de la multinacional hostelera ingresó por su actividad al frente de la empresa US$ 21,5 millones frente a los US$ 21.600 de sus trabajadores.

Además, los consejeros de Target, CBS, Time Warner Cable y Walmart fueron otros que cerraron el ejercicio embolsándose más de 800 veces el sueldo mediode uno de sus trabajadores.

¿Por qué se aumenta esta brecha?

Cómo se puede ver en el gráfico que se adjunta, la brecha salarial entre los CEO (Director ejecutivo) y los empleados comenzó a crecer paulatinamente desde los años 20, según los datos de Economy Policy Institute (EPI).

Sin embargo, a partir de la década de los 2.000 comenzó a dispararse hasta incluso acercarse a ganar 400 veces más en el momento en que, en 2008, la caída del banco Lehman Brothers dejó al descubierto la gran burbuja que escondían los mercados financieros.

Tras dos años de relativa caída (la brecha se quedó en casi 200 veces), los sueldo de los directivos han vuelto a escalar a niveles cercanos a antes de la crisis.

"Este crecimiento no está ocurriendo porque los CEO estén siendo excepcionalmente productivos, simplemente tienen más poder" para hacerlo, considera Lawrence Mishel, presidente de EPI, quien considera que se deben graver con impuestos más altos estas retribuciones.

Según su organización, estas prácticas retributivas tienen un alto impacto en la economía.

"Las retribuciones de los CEO no son una cuestión simplemente simbólica, tienen consecuencias para la gran mayoría de los asalariados", reflexiona Alyssa Davis, investigadora de este estudio.

Esta dinámica "refleja que los salarios podrían haberse distribuido de otra manera, hacia los trabajadores, y han impulsado la desigualdad en los EE.UU.", considera.

Y da una clave más: mientras los beneficios empresariales y las retribuciones de los ejecutivos se han disparado, "los salarios de la mayoría de los trabajadores siguen estando estancados".

Y así ha sido durante una década.

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