Cada gato tiene su propia personalidad y carácter. Hay algunos solitarios, amistosos, pero existe algo que no cambia: son animales independientes que aprecian su libertad.

Cuando quieren ser acariciados lo demuestran, ronronean, frotan su cuerpo con la pierna de sus amos y se acercan lo más posible para conseguir su objetivo. Pero hay partes en las que no está permitido, por ellos, que se les toque demasiado. Las patas, cola y barriga, son lugares en que de verdad incomodan a los felinos.

Y hay un motivo interesante por el que esto ocurre. En el canal de YouTube "Experto Animal" hacen un repaso del por qué es mejor buscar otras áreas para dar cariño a estas mascotas.

Cuando un gato muestra su abdomen estirado en el suelo "se trata de una posición que indica cordialidad, bienestar o relajación. Nuestro felino intenta comunicarnos que se encuentra cómodo y tranquilo a nuestro lado: algo totalmente positivo", pero no es que esté pidiendo cariño.

Por esto cuando se le comienza a realizar masajes en aquel lugar, el animal da señales de incomodidad, tal como orejas hacia atrás, movimientos inquietos con la cola y pelaje erizado. Para el felino "nosotros fuimos advertidos", señala el contenido audiovisual.

Y el gran motivo de esto es porque el vientre es una de las partes más vulnerables de su cuerpo, al tener carnes blandas, además de encontrarse allí los órganos vitales y el gato se sabe indefenso al permitir el contacto con su vientre.

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