Valerie tenía solamente 12 años cuando decidió que nunca iba a tener hijos, por lo que al llegar a los 23 procedió a esterilizarse. Y a pesar de que eso ocurrió hace 40 años, lo único que tuvo que hacer para acceder al procedimiento fue seguir un simple proceso de consulta.

Por eso, se sorprendió –y frustró– cuando conoció la historia de Holly Brockwell, una joven que lleva años tratando de obtener una esterilización a través del sistema de salud pública británico (NHS).

Brockwell le contó a la BBC que cuatro doctores diferentes le dijeron que era "demasiado joven para siquiera considerar una esterilización". Y cuando finalmente fue remitida a la entidad encargada de este tipo de intervenciones, simplemente le dijeron que no había cirujanos disponibles.

"Podemos decidir quedarnos embarazadas a los 16 pero no renunciar a la maternidad a los 29. Parece que nuestras decisiones sólo son tomadas en serio cuando se alinean con la tradición", dijo Brockwell, quien luego de compartir su historia también fue objeto de ataques a través de las redes sociales.

¿Se ha vuelto acaso más difícil para las mujeres decidir sobre su propio cuerpo? ¿Y es la decisión de esterilizarse un acto egoísta o altruista?

A continuación el testimonio de Valerie.

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Cuando cumplí 23 ya estaba casada y mi esposo y yo ya habíamos decidido que no queríamos tener hijos.

De hecho, yo había sabido durante años que no quería tener hijos.

Y después de leer en un suplemento dominical un artículo sobre una mujer de 23 años que se había esterilizado, fui donde mi doctora, quien de inmediato me remitió donde una ginecóloga.

Ambas eran mujeres fuertes que entendían lo que yo sentía.

Inmediatamente me pusieron en una lista de espera y seis meses después me practicaron el procedimiento. Fue así de sencillo.

Y darme cuenta de que podía hacer respetar mi voluntad y encontrar gente dispuesta a ayudarme resultó muy empoderador.

Viendo hacia atrás, me doy cuenta de que fue algo que impactó significativamente mi vida.

Antes de tomar la decisión, en realidad no lo había discutido con nadie.

Pero todo empezó cuando tenía 12 años: me di cuenta que la población mundial estaba creciendo rápidamente y que yo no necesitaba tener hijos, no tenía ningún tipo de sentimientos maternos.

No sé por qué a esa edad me preocupaba tanto el tema de la sobrepoblación. Tal vez había oído hablar de conflictos en otras partes del mundo, de gente que se estaba muriendo de hambre.

Conocía además a personas a las que los métodos anticonceptivos les habían fallado. Y la idea de tener que tomas esas hormonas tan intrusivas, durante años sin parar, tampoco me parecía atractiva.

Y aunque discutimos también la posibilidad de que mi esposo fuera el que se esterilizara, yo quería sentir que tenía el control sobre esa parte de mi vida.

La ginecóloga también habló conmigo acerca del hecho de que no iba a poder cambiar de idea: una vez que se ha hecho, es muy difícil revertirlo. Pero creo que el hecho de estar casada hizo que me tomaran más en serio, entre otras cosas porque él estaba de acuerdo conmigo.

Un año después nos separamos, pero igual no importaba. Y aunque no recuerdo mencionar el tema cuando estaba soltera y conocía a alguien nuevo, supongo que debí haberlo hecho.

Igual, ninguno de aquellos con los que tuve una relación estable quería tener una familia conmigo, así que nunca importó. Y yo estoy muy tranquila con mi decisión.

"Se ha retrocedido"

A veces, sin embargo, parece como que se ha retrocedido. O como mínimo, queno hemos avanzado: se supone que las mujeres deberíamos estar empoderadas, pero nos infantilizan no permitiéndonos tener el control de nuestro propio cuerpo.

Y cada vez que escucho de alguien que está por tener un tercer o cuarto hijo me dan ganas de preguntarle si se da cuenta de que eso representa un aumento del 50% o el 100% de la población mundial.

Soy una amante de los animales y de la vida silvestre y veo con espanto como grandes partes del planeta están siendo destruidas por los seres humanos. Y he hecho mi parte para tratar de evitarlo.

Cuando me esterilicé me dijeron que estaba siendo egoísta, pero nunca pude entender por qué. ¿No es más egoísta acaso traer un niño al mundo para la propia gratificación? Elegir no tener hijos no es egoísta, porque solamente lo afecta a uno.

Mi vida sin hijos me ha permitido hacer lo que quiero cuando quiero. Nunca he tenido que hacer cosas que no quiero hacer. Y nunca requerí que los servicios de salud me atendieran por cosas vinculadas a embarazos o partos.

(Aunque ahora sí los he estado utilizando, para un remplazo de cadera y de hombro. Así es que estoy utilizando mi contribución al NHS).

Todo lo que he hecho en mi vida me ha confirmado que esterilizarme era lo mejor para mí. Y cuando mi hermana tuvo sus hijos fui una tía bastante aceptable. Pero nunca le he servido de niñera a nadie, nadie me lo ha pedido. Y le doy gracias a Dios por eso.

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La opinión de un doctor

Dra. Kate Guthrie, Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos

"En lo que se refiere a planificación familiar y esterilización el enfoque médico ha cambiado de forma significativa en los últimos 40 años.

Los avances en los métodos anticonceptivos como implantes o espirales hormonales son tan o más efectivos que la esterilización, para las mujeres jóvenes.

La esterilización puede fallar, y en el caso de mujeres menores de 30 lo hace más a menudo que los métodos anticonceptivos más efectivos.

Además, el riesgo de arrepentimientopara mujeres menores de 30 es bastante más alto.

Es poco probable que los ginecólogos recurran a la esterilización porque hay otras opciones mucho más efectivas.

Pero, dicho eso, si una mujer ha considerado todas sus opciones y buscado el consejo de especialistas debería poder acceder a servicios de esterilización dentro del sistema de salud pública".

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