¿Has escuchado el concepto divorcio del sueño? Este responde a cuando las parejas duermen separadas por problemas en el dormir, siendo los ronquidos uno de los trastornos que más afecta, los cuales se experimentan comúnmente en el hombre y no deja descansar al otro. 

Hay muchos estudios que abordan el descanso en pareja e incluso existe evidencia desde hace muchos años. De acuerdo con una investigación estadounidense, las mujeres que dormían con roncadores tendrían tres veces más probabilidad de padecer insomnio que el resto. En la misma línea, según un estudio de la Universidad de Surrey de Reino Unido, la mayoría de las mujeres que convivían con parejas con roncopatía, perdían entre una y cinco horas de sueño a la semana.

María Angélica Silva, neuróloga de Clínica Somno, explica que “uno de los grandes problemas de este trastorno es que los pacientes se acostumbran a vivir con ello, incluso muchas veces las parejas también, ya que optan por tapones para literalmente hacer oídos sordos a la patología y poder dormir con un roncador, pero roncar no es normal”. 

Con frecuencia los ronquidos pueden indicar el padecimiento de apneas del sueño, trastorno que responde a ahogos o pausas respiratorias que hacen que disminuya el oxígeno en la sangre, lo que conlleva a que el corazón y el cerebro se “estresen” provocando que la persona se despierte con sensación de falta de aire, y que finalmente, puede generar graves consecuencias para la salud, como el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresión y enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o Parkinson.

Frente a esta realidad, el divorcio del sueño aparece como una solución prometedora, sin embargo, según expertos esta separación no debería ser necesaria, ya que existen soluciones previas, además del conocido CPAP, dispositivo que introduce aire a las vías respiratorias evitando que se obstruyan, mejorando radical y rápidamente la calidad de vida de los pacientes y de sus parejas. 

Adicionalmente, desde el centro especialista en medicina del sueño detallan tres simples ejercicios que al repetirlos varias veces al día pueden ayudar a disminuir la intensidad de los ronquidos:

  • Abrir la boca y tocar el paladar blando (parte posterior del techo de la boca) con el dorso de la lengua. 
  • Apretar los dientes y mantener la boca cerrada. Luego, deslizar la mandíbula hacia adelante y hacia atrás. 
  • Juntar los labios y mantenerlos cerrados. Después, intentar hacer un sonido de "mmm" prolongado.

Si bien esto puede ayudar, de igual manera, enfatizan la importancia de visitar un especialista para asegurarse que los ronquidos u otras patologías que afectan al sueño no sean debido a causas más graves o anatómicas. Allí probablemente le soliciten una polisomnografía que corresponde al examen más completo para detectar la presencia de trastornos del sueño, el cual se puede complementar con otros estudios.

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