Podemos definir a las aguas subterráneas como aquellas masas de agua que se sitúan por debajo de la superficie del suelo, y que están en contacto directo con el suelo o el subsuelo.

Dentro de la actual emergencia hídrica y el debate que ha provocado encontrar una solución eficiente, este tipo de recurso natural aparece como una parte importante de la discusión.

Por eso te mostramos siete datos para tener en cuenta y entender la relevancia de este recurso.

     

1. Cantidad

Según datos de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, el agua subterránea es la fuente más abundante de agua dulce en la superficie terrestre, alcanzando un 97% del agua dulce no congelada.

Además, corresponde al 30,28% de la reserva global física disponible de agua, mientras que las aguas superficiales sólo representan el 0.31% de estas reservas (lagos, lagunas, ríos, arroyos, presas, entre otros).

2. Dependencia

Según la UNESCO, al menos la mitad de la población mundial depende del agua subterránea, la cual se distribuye en distintos usos; 22% doméstico, 67% a irrigación y ganadería, y 11% en industria y minería.

Y según datos de las Naciones Unidas, el uso de agua seguirá aumentando a un ritmo anual del 1% durante los próximos 30 años, lo que sumado a la escasez por el cambio climático, aumentarán la dependencia de las aguas subterráneas.

3. Función

Se trata de aguas que se encuentran bajo tierra, en los acuíferos (formaciones de rocas, arenas y gravas que contienen cantidades importantes de agua). Tras alimentar manantiales, ríos, lagos y humedales, las aguas subterráneas finalmente se filtran a los océanos. Su principal fuente de recarga es la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo y pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos.

4. Importancia

La ONU cifró en 2.200 millones de personas las que no pueden acceder a agua potable en la actualidad.

Para la entidad mundial, en cuanto a las aguas subterráneas, la vida no sería posible sin ellas, ya que la mayoría de las zonas áridas del planeta dependen por completo de este recurso, y suministra una gran proporción del agua que utilizamos para fines de consumo, saneamiento, producción de alimentos y procesos industriales.

También son fundamentales para el buen funcionamiento de los ecosistemas, como los humedales y los ríos.

5. Consecuencias 

Además desde la ONU realizaron críticas para quienes trabajan o regulan este recurso natural: "No se comprende lo suficiente y se subestima, se contamina, se gestiona mal y se sobreexplota".

Por su parte, la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, alertó sobre las consecuencias de su mal uso en el futuro: "Para satisfacer las necesidades fundamentales de una población mundial en constante aumento y para hacer frente a las crisis climática y energética globales, es esencial utilizar de manera más inteligente el potencial de los recursos hídricos subterráneos, aún poco explotados, y protegerlos de la contaminación y la sobreexplotación”.

6. Responsabilidad gubernamental

Junto con la entrega del Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2022, Azoulay remarcó la relevancia de los compromisos estatales: “Es esencial que los países se comprometan a desarrollar un marco adecuado y eficaz de gobernanza de las aguas subterráneas. Para ello es necesario que los gobiernos asuman el liderazgo y la responsabilidad de poner en marcha y mantener una estructura de gobernanza plenamente operativa”.

En el documento se enuncian cinco elementos: una base de conocimiento científico; leyes y reglamentos para su aplicación; políticas y planificación; participación de partes interesadas, y financiamiento apropiado.

7. Calidad

Comúnmente la calidad de las aguas subterráneas es "buena", lo que significa que pueden utilizarse de forma segura y asequible, sin necesidad de niveles avanzados de tratamiento. Además, suelen ser la forma más rentable de proporcionar un suministro seguro de ese líquido a las comunidades rurales.

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