Una experiencia única, esa es la premisa y promesa de este panorama que le presentamos a continuación y que permite a los capitalinos observar la ciudad desde el aire en vuelos que combinan vista panorámica, cóctel y un ambiente romántico o familiar: Se trata de Globoaventura.

Santiago de noche se transforma en un espectáculo de luces que ahora se puede apreciar desde una perspectiva diferente: a bordo de globos aerostáticos. La iniciativa de Globoaventura busca ofrecer recorridos en distintos horarios, desde el amanecer hasta el anochecer.

El director de la empresa, René Carvajal Marín, destaca que “a la gente le ha encantado, estamos muy contentos”.

Los vuelos incluyen un servicio personalizado con cóctel y bebidas, además de la posibilidad de observar la capital en todo su esplendor. El objetivo es que la experiencia se repita mensualmente y que llegue también a otras regiones del país.

Por su parte, el director de Comunicaciones de Globoaventura, Mateo Toro, adelanta que “el 19 y 20 vamos a estar en el Estadio Nacional con la bandera más grande de Chile para que la gente pueda volar en la fonda”.

La bandera utilizada es inclusiva, ya que cuenta con una puerta que permite el acceso a personas en silla de ruedas. Tiene capacidad para seis pasajeros más el piloto, mientras que el globo “Aurora” está diseñado para dos personas junto a su piloto. En esta ocasión estuvo al mando Pamela Ramírez Verdugo, la primera mujer en obtener licencia de piloto de globo en Chile, quien confesó este hito "marca un antes y un después en mi vida. Me convierto un poco en una representante mujer en Chile haciendo una actividad que no la hacen muchas mujeres”.

Los globos están certificados y los pilotos cuentan con licencia de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Los precios van desde $12.000 para niños y $30.000 para adultos.

Sobre la seguridad, el piloto Alonso Rojas explica que "el globo es una aeronave y es de las más seguras que hay. Es una burbuja gigante de aire caliente, es el calor el que nos hace subir. Este tipo de exhibición se hace en este horario porque el viento es calmo”.

Con esta propuesta, Santiago suma una alternativa distinta y atractiva: una salida romántica, familiar y única para contemplar desde lo alto las luces de la ciudad y la cordillera que la rodea.

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