Verano, sol y calor, la mezcla perfecta para no pensar en otra cosa que no sea un refrescante panorama. Como una tarde de piscina, por ejemplo.

Niños y niñas parecen ser los que más disfrutan con el agua. Y es aquí donde suelen surgir cuestionamientos más que válidos entre madres y padres: ¿Habrá que enseñarles a nadar? ¿Desde qué edad? ¿Es peligroso?

T13.cl conversó con dos especialistas en la materia, quienes coinciden en ciertos aspectos, pero también entregan sus propias miradas desde su especialidad.

Con el alcance que hoy tienen las redes sociales, es común ver videos de pequeños bebés, de no más de un año probablemente, siendo arrojados al agua por su instructor o instructora para que —literalmente— se salven ellos mismos.

Una práctica impactante que seguramente hace dudar a algunos padres, pero que tiene una explicación y que busca todo lo contrario a lo se podría interpretar al ver las imágenes: salvar la vida de un niño.

Esta técnica se conoce como ISR (Infant Swimming Resource), creada en Estados Unidos en el año 1966. Se trata de un programa de natación para bebés y niños pequeños que enseña habilidades de auto-rescate para evitar ahogamientos.

La profesora en educación física Francisca Maureira, especialista en natación infantil y creadora de Aquakids, destaca su importancia -siempre bajo supervisión experta-, sobre todo en las casas donde hay piscina.

“Estas clases, si bien como tú lo ves en el video son súper invasivas, tienen un resultado. Por ejemplo, yo la recomiendo 100% para los padres que tienen piscina en sus casas, o viven cerca de un lago, porque ahí el niño está expuesto al peligro. Entonces esos niños que tienen, por ejemplo, los papás la reja de la piscina más bajita, pueden saltar, todo, yo lo recomiendo”, expresó la especialista en natación infantil.

Sobre cómo funciona, ésta técnica puede comenzar a realizarse con bebés desde seis meses, antes de un año. Son clases de corta duración, alrededor de 15 minutos para evitar que el bebé trague mucha agua, pero que idealmente deben realizarse todos los días: de cuatro a seis semanas cuando son menores de un año y de seis a ocho semanas cuando son mayores de un año.

“Esta técnica lo que trabaja son los reflejos de sobrevivencia. Hay tipos de reflejos de sobrevivencia, que son bloquear la respiración, nadar, flotar y nadar. Entonces ellos trabajan bloquear la respiración, nadar, flotar y nadar, esa es como su planificación dentro de las clases”, agregó Francisca a T13.cl.

“Sí, las clases son invasivas porque claro es como estar ahogando al niño prácticamente, es súper impactante (…) Todos los días va el instructor y hace esta secuencia de flotación que tú ves de espalda, que es con lo que más trabajan. Al principio trabajan con las manitos debajo de la cabeza todo el rato y el niño tiende como a girar y ahí se produce el ahogamiento porque el niño no está acostumbrado de espalda”, agregó.

Y aunque en Chile la técnica ISR no es tan común como en Estados Unidos, sí se puede enseñar. Destacar que, según cifras entregadas en 2023, en nuestro país la asfixia por inmersión es la primera causa de fallecimiento accidental en niños entre 1 y 4 años, donde el 70% de ellos estaba siendo supervisado por un adulto al momento del accidente. Además, los datos revelados por el Minsal también establecen que anualmente —hasta 2023— se registraron más de 340 ahogamientos, donde más del 50% se produjo en piscinas particulares.

Natación para bebés: Clases seguras y entretenidas también son una alternativa

Frente al debate que puede generar entre los padres y madres la técnica ISR, respecto del modo en que se trabaja con los bebés y el trauma al que podrían verse expuestos, hay modos de adaptar a los menores al agua que nada tienen que ver con el programa estadounidense.

“En estas clases no se habla como de educar, se habla como de acondicionar. Por eso son de rescate, porque el niño se acondiciona para que pueda salvarse”, recalcó Francisca.

La profesora de natación señaló que en Aquakids “lo que yo hago con los niños más chiquititos que son de seis meses a un año es matronatación, que es diferente al ISR. La matronatación tiene como objetivo estimular al niño en el agua mientras aprende a flotar”.

“Ahí el niño se mueve en el ambiente acuático con sus padres a través de juegos didácticos, intelectuales, de colores. Entonces el niño va teniendo una experiencia divertida, entretenida y consciente con el medio acuático”, agregó.

A través de la matronatación, Francisca enseña a los padres cómo sostener a los bebés en el agua, las posturas, cómo desplazarlos. “No es como aprender a nadar, en la matronatación lo que se hace es que los padres ayuden a sus hijos a adaptarse al medio acuático. Es como más juego. Pero ya cuando comenzamos nuestras clases de natación es de los 3 años en adelante”, cerró la creadora de Aquakids.

¿Y qué dice la mirada pediátrica?

El doctor Patricio Astudillo, pediatra del Servicio de Urgencias Infantil de la Clínica Alemana, también comentó las imágenes de la técnica ISR. Si bien considera que “en general no está recomendado” a tan corta edad, sí destacó la importancia de las clases de natación.

Citando una guía de la Academia Americana de Pediatría (The American Academy of Pediatrics, AAP), el doctor Patricio Astudillo señaló a T13.cl que hay tres elementos importantes para evitar los ahogamientos.

  • Prevención: “En el caso de los más pequeños, menores de un año, y en niños más grandes, es tener siempre una reja —barrera— alrededor de más de dos metros o más de un metro y medio en las piscinas. Que siempre esté supervisado por un adulto, que tengan algún supervisor o el que está mirando a este niño que se está bañando en la piscina que sepa hacer reanimación cardiopulmonar básica, porque eso está demostrado que mejora sobrevida”, planteó el pediatra de la Clínica Alemana.
  • Uso de chaleco salvavidas en los más pequeños, menores de seis años.
  • Clases de natación, “¡sí o sí!”, afirmó el doctor.

Respecto de las clases de natación, el pediatra sostiene que desde el punto de vista del desarrollo psicomotor, los niños van a lograr un buen aprendizaje desde los 4 años. Sin embargo, esto no quita que el niño tenga el mismo riesgo que uno que no sepa nadar. “Siempre tienen que estar supervisados. El enseñarle a un niño a flotar menor de un año no ha demostrado algún beneficio en las secuelas neurológicas o en mortalidad”, advirtió el médico.

También se recomienda que en la primera etapa, de 1 a 4 años, siempre estén los padres presentes en las clases de natación, tanto por la supervisión como por el apego.

Y si bien pueden comenzar antes, la edad recomendada es a los 4 años para iniciar las clases de natación, de acuerdo con el especialista, pues en esa etapa los niños podrán haber alcanzado una óptima coordinación para respirar, patear y bracear.

Lo más importante, recalca el médico, es que los padres o supervisores sepan hacer reanimación cardiopulmonar. “De esa única manera uno puede restablecer la circulación a nivel cerebral si es que el niño se ahoga. Es lo único que está demostrado, más no hay”, afirmó. Y ojo, que los niños menores de uno o dos años —infantes— ya con cinco centímetros de profundidad de agua se pueden ahogar. Es decir, en una piscina pequeña o en la misma tina al momento del baño.

¿Los bebés nacen con la habilidad de nadar?

Mucho se habla de que los bebés recuerdan el ambiente placentero y acuático —flotando en el líquido amniótico— en el que permanecieron durante el embarazo, lo que facilitaría su ambientación al agua después de su nacimiento.

Sin embargo, el pediatra reconoce que “podría haber una memoria pero no hay mucha evidencia, así como que uno pueda decir a ciencia cierta: sí, recuerda. Es muy difícil hacer los estudios de neurociencia para abrir recuerdos, pero sí se puede ver que el niño se siente más en confianza en ambiente acuático, sí. Pero el recuerdo en sí mismo no está demostrado”.

“Debe haber una memoria como subconsciente, probablemente, que va guardando esa información. Ahora, cómo demostrarlo es un tema”, cerró con relación a este aspecto.

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