En febrero de 2014, Mark Zuckerberg compró WhatsApp por la exorbitante cifra de US$ 19 mil millones, con un propósito claro: alcanzar los mil millones de usuarios activos.

Y a dos años de aquella promesa, el también dueño de Facebook cumplió con su cometido, porque este lunes la aplicación de mensajería instantánea llegó a los mil millones.

En aquella ocasión, apenas cerrada la transacción, WhatsApp terminó costando US$ 22 mil millones.

Ahora, la compañía comienza a pensar cómo hacer dinero con ella, acciones con las que aún está experimentando.

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Así, WhatsApp, según Zuckerberg, puede rentabilizar su servicio a través de las discusiones entre amigos o empresas. Y ya están pensando en vender publicidad o crear juegos como otras aplicaciones populares.

"Nuestra misión no ha cambiado. WhatsApp comenzó como una idea simple: garantizar que cualquier persona pudiese estar en contacto con amigos en cualquier lugar en el planeta y de la familia, sin costos o trucos de pie en el camino", dijo la compañía el lunes en su blog.

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