¿Eres de los que nunca has podido entonar ni siquiera "Los pollitos dicen" sin espantar a quienes estén a una distancia suficiente para escucharte? ¿O de los que no entienden cómo puede ser que alguien no pueda cantar moderadamente bien?

Si perteneces a ese afortunado último grupo, quizás te haya intrigado lo mismo que a Simon Fawcett, un oyente de la BBC, quien envió la siguiente pregunta:

"Mi papá, mis dos hermanas y yo podemos entonar melodías relativamente bien, pero mi mamá sufre de sordera tonal. ¿Qué controla esta habilidad? ¿Puedo hacer algo para asegurarme de que mi hijo no vaya a ser tan desafinado?".

La buena noticia es que la mayoría de la gente que cree que sufre de sordera tonal, no está en lo cierto.

"Hace unos años se hizo un estudio con estudiantes canadienses en el que les pidieron que se acercaran si pensaban que eran incapaces de entonar una melodía", le cuenta a la BBC Vicky Williamson, de la Universidad de Sheffield, en Inglaterra.

Williamson es una psicóloga de música, de manera que estudia cómo y por qué las habilidades musicales varían entre individuos.

"Hicieron la única prueba que tenemos para detectar amusia congénita -que es una dificultad genuina en el procesamiento de la música-, y encontraron que menos del 25% de esos estudiantes sufrían dificultades reales".

"Cuando dieron un paso adelante, lo que querían decir generalmente era que les resultaba difícil cantar, que no lo hacían bien y que la gente se lo había dicho".

Aclaremos: ¿se nace con el don de Freddy Mercury o Pavarotti?

   
La pregunta que tanto nos hacemos: ¿se nace o se hace?

"Hay evidencia de que lo que conocemos como talento es en parte genético, pues necesitas ante todo algunos atributos físicos que te resultarán útiles: unos pulmones con buena capacidad, la habilidad de controlar los músculos que rodean la laringe, buena cavidad bucal, etc.-", señala la experta.

"Pero el factor clave es la exposición a la inspiración: eso es lo que permite que alguien pueda llegar a ser Taylor Swift o Barbra Streisand".

Entonces, la mayoría de la gente que se describe como desafinado realmente no tienen nada clínicamente mal.

Sin embargo, hay una condición reconocida -que Williamson mencionó- llamada amusia pura: la inhabilidad para identificar o producir secuencias melódicas conocidas.

Una vida sin música

   
A veces, no se trata tanto de cómo cantas sino de cómo oyes.

¿Cómo será vivir con esta forma clínica de sordera tonal, una condición que literalmente significa 'carencia de música' (a + musia)?

Martin Price tiene 60 años, vive en Gales y sufre de amusia. Así como los daltónicos no pueden distinguir entre ciertos colores, la gente como Martin no oye la música de la misma manera.

En su caso, todo empezó cuando tenía 11 años de edad y estaba en una clase de música.

El profesor puso "Eine Kleine Nachtmusik" de Mozart, cerró los ojos y, mientras dirigía una imaginaria orquesta, se perdió, conmovido y deleitado, en la música.

"Procedió luego a comentar cuán grandiosa y maravillosa era esa pieza de música, dando por descontado que todos teníamos la capacidad de apreciar cuán magnífica era".

"Yo no podía entender de qué estaba hablando", recuerda Price.

Quizás era porque no la música clásica no era lo suyo... ¿tal vez los Beatles (clásicos en otro sentido)?

"En 1970 tenía 18 años, de manera que me esforcé mucho para interesarme en los Beatles pero nunca pude entender cuál era el encanto", explica.

Con el paso del tiempo, la música le fue gustando menos y menos.

"La clasifico en dos categorías: ofensiva o inocua. La inocua la puedes ignorar, la otra es demasiado discordante para pasar desapercibida".

Más allá del amor y el odio

   
Menos crítica, más colaboración...

Es cierto que todos tenemos amores y odios cuando se trata de música, pero es extraño encontrase con alguien que nunca se haya conectado emocionalmente con ningún tipo de melodía.

Se estima que entre 2 y 4% de la población podría sufrir de amusia clínica, a veces congénita, otras, adquirida por una lesión cerebral.

"Hay varias teorías pero aún no sabemos a ciencia cierta qué causa amusia", dice Williamson.

Volvamos al principio: ¿recuerdas a Simon Fawcett, el que le envió la pregunta a la BBC que estamos intentando responder?

¿Habrá manera de que sepa si su mamá sencillamente no sabe cantar o si sufre de amusia (y por lo tanto no debió haberse burlado tanto de ella)?

"La única manera de saber es pedirle que complete la Batería de Montreal para la evaluación de la amusia (Peretz, Champeau y Hyde, 2003), que es una prueba para ver si reconoces irregularidades en estímulos musicales".

Consta de 6 pruebas: 5 con tareas de discriminación de estímulos musicales y una que evalúa la memoria de melodías.

¡Menos burlas!

Pero aún nos falta responder la última parte de la pregunta de Simon, sobre qué puede hacer para evitar que su hijo cante como su mamá.

   

"Yo sí creo que hay mucho que se puede hacer para que los niños tengan la confianza de cantar, tocar, componer música", opina el reconocido entrenador de voz Michael Bonshor.

"Incluso si tú no te consideras bueno para cantar, si lo haces con ellos, cantando canciones de cuna o animándolos a cantar, les ayudarás a conocer sus voces. Todos tenemos una voz, sólo que algunos no aprendimos a usarla y otros necesitan un poco más de ayuda".

Para resumir: la mayoría de la gente que cree que sufre de sordera tonal, está equivocada. Pero hay una pequeña minoría que es 'amusical', o sea que no pueden percibir las diferencias en las melodías como los demás.

De manera que, así se burlen de ti, si disfrutas de la música y cantas en la ducha, probablemente lo único que necesitas es un poco de entrenamiento... y menos comentarios negativos.

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