Un gato le salvó la vida a sus dueños en Estados Unidos, luego de que su casa se intoxicara con monóxido de carbono por haber dejado el auto prendido en el garaje. 

Paul y Leona Jones corrieron dentro de su casa después de una fuerte tormenta el miércoles pasado y se olvidaron de apagar el motor. Pero no tenían idea de que el gas llenaría su hogar de la noche a la mañana, hasta que escucharon el llanto de su gata, Bella. 

"Si ella no hubiera llorado y despertado a Paul, nunca lo hubiéramos sabido y nos hubiéramos quedado dormidos y nunca despertado, declaró Leona, según People.

El auto funcionó durante unas ocho horas y Leona admitió: "Simplemente no escuché el motor en marcha y no presioné el botón".

A la una de la madrugada, Paul se despertó con los gritos de Bella y sacó al gato de debajo de la cama.

"Entonces me derrumbé en la cama", señaló Paul. Cuando Leona se despertó, estaba débil por inhalar el gas inodoro y apenas pudo llamar al 911.

Los bomberos llegaron, le dieron oxígeno a Leona y Paul y los llevaron al hospital. Según Leona, Paul estaba en mal estado cuando llegaron los bomberos. 

"Estaba cerca de la muerte. No estaba del todo mal, pero estaba cerca de la muerte", afirmó.

Ahora, la pareja están sufriendo cierta debilidad muscular y confusión, pero por lo demás están bien. También han colocado carteles de recordatorio en su garaje para evitar futuros errores.

En cuanto a Bella, la pareja le ha dado golosinas extra al gato que salvó sus vidas.

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