"Hay nervios, pero yo creo que uno está preparado para estas instancias, me he dedicado a esto hace 15 años y voy a tratar de mostrar lo mejor de mí", señala Stefan Kramer a T13.cl de cara a lo que sucederá la jornada de este jueves, cuando vuelva a presentarse en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.

Diez años después de haber estado en la Quinta Vergara, el exitoso comediante volverá a este escenario, acerca de lo que destaca que "es como un regalo al público. Al final uno tiene que recordar que esto es vocación y entrega alegría a la gente".

Kramer cuenta que en este último tiempo, por medio de las rutinas que ha presentado, se ha estado preparando para el desafío que decidió emprender este mes de febrero, luego de haber rechazado volver al Festival de Viña durante varias ocasiones. ¿Qué pasó que ahora dijo que sí?

Stefan responde que "yo creo que de repente uno siente un llamado en el corazón, una intuición, y esa intuición la sentí", añadiendo que "cuando a mí me llega algo, es el momento en que lo hago, independiente a los nervios y el riesgo que sienta que es, y hoy yo sentí un llamado de tener que estar ahí".

Respecto a este retorno a la Quinta Vergara, el imitador manifiesta que "creo que han pasado muchos años y yo he convertido mi humor también en otras cosas, en aristas diferentes. Es que más allá de ser antes un interlocutor entre mis personajes, hoy día quizás tengo una opinión y una voz más resuelta... quizás, no sé, pero por lo menos hoy siento poder estar contando mis historias".

El show que presentó el 2008 en el Festival de Viña del Mar fue un éxito en el público, en sintonía, en crítica y hasta el día de hoy forma parte de las grandes rutinas de humor que se repiten en los canales.

Revisa este video también:

Frente a aquello se le consulta a Stefan Kramer por si siente que tiene la "vara alta" tras ese espectáculo. Él contesta que "sí, totalmente... pero en la vida uno no está para vivir de los recuerdos, no está para compararse, simplemente uno hace lo que ama y tiene que enfrentarse a jugar el torneo de nuevo. Esto es como el tenista que quizás ganó un Grand Slam y tiene que volver a jugarlo, se parte de cero y, en ese sentido, estoy con mi honestidad de presentarme en el escenario", sintetizando que "uno no puede gustarle a todo el mundo, pero lo importante es que hay que ser honesto con lo que uno quiere exponer en el escenario".

Publicidad