Mauricio Cataldo, autor del icónico gol de rabona a la U sufrió un ACV: fue operado de urgencias
Instagram - Mauricio Cataldo
A urgencias llegó el exfutbolista Mauricio Cataldo tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) en horas de la tarde del jueves. El ex jugador de Universidad de Concepción fue intervenido quirúrgicamente y fue estabilizado.
Así lo confirmó el hermano del ex futbolista, en conversación con LUN, donde detalló que el ACV que sufrió el ex Audax Italiano lo sufrió a eso de las 18:00 horas del jueves, en la casa de su madre, en La Granja, región Metropolitana.
"Se sentó en el living y se desvaneció. Había empezado a sentir los típicos síntomas de un ACV, hablaba incoherencias, le dolía un brazo", recordó Felipe Cataldo, en conversación con el medio citado.
Así, el ex jugador fue llevado al hospital Padre Hurtado, donde le aplicaron los primeros auxilios.
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Tras esto, fue trasladado hasta el Hospital Sótero del Río, en la comuna de Puente Alto, donde fue intervenido quirúrgicamente.
"La operación fue un éxito y lo lograron estabilizar. Él se encuentra bien", consignó el hermano del ex futbolista.
Mauricio Cataldo, de 46 años, es un reconocido exfutbolista, recordado por el mítico gol de rabona que le realizó a la Universidad de Chile.
Vistiendo la camiseta de la Universidad de Concepción, el ex volante realizó una rabona por el costado del área, pasando el balón por encima de un Johnny Herrera que se estiró lo máximo posible y anotando un verdadero golazo, por los playoff del torneo de Apertura 2003.
Además de la Universidad de Concepción, también supo vestir las camisetas de Audax Italiano, Cobreloa, Santiago Morning, Ñublense, entre otros.
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Hace unos años, el exfutbolista conversó con AS y se refirió a sus problemas de adicción, los que marcó los inicios de su carrera.
"Fuera de la cancha no tenía mucha personalidad, pero me transformaba. Tomando hasta el día antes del partido, era figura y marcaba goles, así que imagínate dónde pude haber llegado", indicó en esa oportunidad.
"Empecé a tomar a los 12 años, a los 23 ya estaba hecho pedazos. Llegaba mal a entrenar, a veces le pedía al utilero que se pusiera el sauna porque llegaba muerto de borracho y dejaba una hediondez terrible, pero como uno tenía la técnica, no le decían nada", reconoció.
