149 a 0: La extraña explicación detrás de la mayor goleada de la historia que se convirtió en Récord Guinness
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Al inicio del Mundial de Clubes un curioso resultado llamó la atención de los fanáticos del fútbol. Más bien, fue una goleada de escándalo.
El Bayern Munich de Alemania venció al Auckland City de Nueva Zelanda, clasificado al torneo como el mejor ganador de la Liga de Campeones de la OFC en los últimos cuatro años, por la friolera de 10 a 0.
La diferencia de nivel quedó explicada, en parte, en que el equipo oceánico es semi-amateur, ya que sus jugadores tienen otros trabajos además de jugar al fútbol. Por ejemplo, el defensa Christian Gray, que anotó el único gol del equipo en el torneo al anotarle a Boca Juniors, es profesor en un colegio y se pidió vacaciones para ir a Estados Unidos a jugar.
Si bien el resultado es llamativo y poco común, está lejos de ser la mayor goleada que se ha registrado en un partido oficial.
Entonces, ¿cuál es esta gran goleada? Ocurrió el 31 de octubre de 2002 en Madagascar, donde el AS Adema venció al SO l'Emyrne (SOE) por la liga de ese país por una impactante, y de seguro, irrepetible cifra: 149 a 0.
La explicación detrás de la mayor goleada de la historia del fútbol: el 149-0
La historia de este partido ha servido de base para varias crónicas y algunas investigaciones periodísticas. Incluso, The New York Times indagó para conocer si este partido realmente sucedió. La respuesta es sí, pasó y un equipo le ganó a otros 149 a 0.
Eso sí, la situación se dio en un contexto muy especial. El SO l'Emyrne (el equipo goleado) era el actual campeón de la Liga de Madagascar (se impuso en 2001) y luchaba al año siguiente para poder retener el título en una cerrada disputa contra el AS Adema, que buscaba coronarse por primera vez.
Por lo mismo, el partido anterior a este DSA Antananarivo era fundamental: un triunfo los mantenía con lucha por el campeonato.
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El juego se desarrolló con normalidad y el SOE vencía 2-1, pero el árbitro cobró un penal, muy cuestionable según los campeones vigentes, para sus rivales. Fue así que el DSA aprovechó la oportunidad y selló el empate 2-2, resultado que dejó a sus rivales sin ninguna posibilidad matemática de ser campeones a falta de una fecha para el final.
Lo ocurrido dejó muy disconforme al equipo y decidieron desquitarse de una manera nunca antes vista, por decisión de su entrenador, Ratsimandresy Ratsarazaka, en el último partido de la temporada, justamente el AS Adema, el recién coronado campeón gracias al (polémico) empate del SOE y con el mismo referí del partido anterior.
Fue así que por instrucción de estratega, al comenzar este partido, sus jugadores empezaron a hacerse autogoles ante la mirada atónica de sus rivales, quienes decidieron no hacer nada al respecto. Es más, durante el partido solo tocaron el balón una vez al inicio, ya que tras cada autogol, era el mismo SOE que volvía a sacar y de nuevo se anotaba en su arco.
De esta manera transcurrió el primer y el segundo tiempo hasta que se cumplieron los 90 minutos. Resultado final: 149-0.
Las consecuencias de una goleada para el Guinness
La idea de Ratsimandresy Ratsarazaka era que su disconformidad con el arbitraje y la liga fuera noticia con un resultado que no solo se conociera en el país, sino que en el mundo. Sin dudas, así fue.
Pero también hubo consecuencias graves para los implicados. La Federación de Fútbol de Madagascar suspendió por tres años sin dirigir al técnico, mientras que cuatro jugadores, los más implicados en el complot, recibieron sanciones de entre 2 a 3 años sin jugar.
El equipo, tampoco se salvó y recibió una advertencia y sanción económica.
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El récord Guinness que rompió el partido (y que aún se mantiene)
Si bien el partido puede ser catalogado como una "anomalía" en la historia del fútbol, lo cierto es que sí rompió un Récord Guinness y que, casi 22 años después, sigue vigente.
¿Cuál es? Según diversos medios, el Guinness lo considera como "la mayor goleada en un partido de fútbol profesional", y sin duda debe serlo. Sin embargo, al revisar el sitio web del famoso libro de récords, el partido únicamente aparece con el record de "la mayor cantidad de autogoles marcados en un partido de fútbol por un equipo".
De todas maneras, algo es casi seguro: ningún otro partido superará estos récords.
