Shuster terminó trabajando para esta publicación luego de la dura batalla legal que dio para quedarse con la propiedad de Superman, personaje que creó junto a su amigo, Jerry Siegel, en la década de los ’30.
DC Cómics consiguió arrebatarles los derechos del dibujo. Sin embargo, la compañía buscó calmar los ánimos de los dos afectados, entregándoles parte de las ganancias por sindicación del diario del personaje, por lo que recibían 750 mil dólares al año.
No obstante, para Shuster y Siegel es no fue suficiente: Ocho años tras el acuerdo, demandaron a la empresa para volver a ser dueños de Superman. Pero el juicio concluyó en 1948, con la derrota de los demandantes, quienes –además- se quedaron sin el dinero que recibían anteriormente.
Por lo mismo, Joe Shuster terminó trabajando en una revista fetiche sadomasoquista, llamada “Noches de horror”, la cual inspiró los asesinatos de un grupo de jóvenes neonazis en 1954, los que mataban a hombres y mujeres que vivían en la calle.
A raíz de esta revelación, el editor y el distribuidor de la publicación fueron encarcelados. No obstante, Shuster logró esconderse, ya que no firmó su tétrica obra y nadie reconoció su estilo en los dibujos.
El historiador de cómics, Craig Yoe, fue quien descubrió que el co-creador de Superman estaba detrás de la controversial publicación. Esto tras años de investigación, los cuales quedan plasmados en el libro “Secret Identity: The Fetish Art de Superman Co-creator Joe Shuster”.
Los hechos que marcan esta historia han hecho que Hollywood ponga sus ojos en ella: Ya se estudia la posibilidad de hacer una película sobre esta parte de la vida de Shuster.
