Fue hace dos años que el presidente Barack Obama firmó la Ley de reforma y modernización de la Administración Federal de Aviación: la ordenanza pretendía integrar en el sistema de defensa nacional, para el 2015, el uso de sistemas de aviación no tripulados, más conocidos como drones.
Lo cierto es que Estados Unidos ya lleva cuatro años utilizando estos dispositivos en lugares como Pakistán, Somalia, Yemen y Afganistán –no exento de polémica por el descriterio en el uso de la fuerza y la selección de los blancos de ataque-, y eso fue lo que Tomas van Houtryve tomó como inspiración.
El fotógrafo y documentalista, oriundo de Dinamarca, adquirió un cuadricoptero en Amazon.com y lo equipó con su cámara de video y un sistema de transmisión a tierra: el resultado es sugerente. Escenas cotidianas de diferentes ciudades norteamericanas, como bodas, funerales, niños jugando o haciendo ejercicio, extractos de una cotidianeidad similar a la que se vivía en países del medio oriente –por ejemplo-, cuando fueron atacados por los silenciosos y escurridizos drones, blanco de todo tipo de críticas.
Parte del trabajo de van Houtryve está posteado en su cuenta de Instagram, donde entrega más detalles de este experimento audiovisual. Ya anunció que pretende editar más piezas de este tipo, para concientizar a la sociedad sobre las reales consecuencias del uso de drones como máquinas de guerra.
