El fuerte vínculo y las historias que unieron a Miguel Piñera con su hermano Sebastián

Grave recaída. El lunes de esta semana el cantante sufrió dos trombosis y dos infartos en Villarica. Fue trasladado a la Clínica Alemana de Temuco. El “Negro” sufría de leucemia, pero no dejó su estilo de vida. El viernes anterior estuvo cantando en la Gala del Festival de Viña. De ahí se trasladó a La Araucanía y antes de su recaída, se lo vio celebrando en un bar en Lican-Ray.

• El 24 de febrero de 2025,  Miguel (70 años) ingresó a urgencias y a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Villarrica, después de haber sufrido una descompensación. Tras ser estabilizado, fue trasladado en ambulancia hacia la Clínica Alemana de Temuco.

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“Mi familia no me falló”. Antes de asumir su primera Presidencia, una de las preocupaciones de Sebastián Piñera era que alguien de su entorno cometiera errores que empañaran su mandato. Desde un lado ideológico, estaban sus diferencias con José Piñera, ex ministro del régimen militar.

• Pero más importante aún, estaba su inquietud por Miguel, nacido en 1954, desde siempre el bohemio de la familia y un hermano muy querido para Sebastián.
• En una entrevista en Revista Capital en 2016 reconoció que les había pedido a sus más cercanos en la familia que tuvieran reglas de conductas mucho más exigentes que las de sus amigos. Y desde ese punto de vista, concluyó en la entrevista, “mi familia no me falló”, aludiendo a los problemas de Bachelet con su hijo Sebastián Dávalos.
• Sebastián y Miguel, pese a sus diferencias de carácter y de estilo de vida, eran muy unidos. Cuando chicos vivían en El Golf: compartían una habitación de dos camarotes junto a Pablo y José, quien era el más ordenado. Sebastián y Miguel eran buenos para la talla y este último siempre fue desordenado, artista, busquilla.
• Se cuentan muchos historias de Miguel metido en líos salvado por su hermano mayor. De hecho la madre de los Piñera, Magdalena Echenique Rozas, antes de morir, le pidió a Sebastián que cuidara a Miguel.

El compromiso. Como describe el libro Piñera. Historia de un ascenso, de Loreto Daza y Bernardita del Solar, “Sebastián no ha faltado a ese compromiso (de cuidar a Miguel). ‘Resuelvan el problema’, ordenaba a sus abogados, cada vez que El Negro se mete en un lío, algo bastante frecuente y desgastante, puesto que ejercer esa tutela no sólo demanda asesoría legal y recursos económicos, sino que también una gran dosis de paciencia”.

• Un escritor, que prefiere no identificarse, cuenta que una vez coincidió con Miguel en un asado. “Se pasó de copas y vino su hermano a buscarlo”.

La prueba. El libro Historia de un ascenso cuenta varias anécdotas que revelan la especial conexión que había entre Miguel y el ex Presidente. Cuando Miguel dio la Prueba de Actitud Académica, recortó los puntajes de Sebastián y los mostró como suyos. Pero pronto se descubrió la farsa: Miguel se había ido a la playa sin rendir el examen.

• El padre de los Piñera Echeñique, don José, diplomático e histórico DC, sufría de trastorno bipolar. Y tenía su lado bohemio. En algún momento dijo que le hubiera gustado tener la vida de Miguel. Quizá la conexión de Sebastián y Miguel era el resultado natural de estos dos lados de la familia: la parte eficiente y la parte bohemia.
• Otro problema eran las muchachas que Miguel invitaba a la casa materna. La madre finalmente lo echó del hogar. Si quería volver debería disculparse.

Cómplices. Uno de los momentos en que se expresó la compatibilidad que había entre los dos hermanos fue cuando el empresario decidió ser candidato a senador en 1989. Sebastián era poco conocido en ese tiempo y Miguel hizo de gancho con la gente de la calle.

• “Les presento a mi hermano Sebastián. Es un buen tipo”, decía sonriendo Miguel, quien sabía ganarse a la gente y era famoso por “La luna llena”. Vestido siempre de negro azabache, siempre liviano, conversaba con los traseúntes y aseguraba “es buena gente”.
• Incluso el libro Historia de un ascenso relata una anécdota que no ha podido comprobarse: en el debate final de los candidatos de la derecha, cuando le tocó el turno a Hermógenes Pérez de Arce, los micrófonos fallaron. Hasta hoy algunos creen que Miguel estuvo detrás. Sebastián Piñera ganó con 325 mil votos.
• Como sea, lo cierto es que entre ambos había una complicidad. Nunca habló mal uno del otro. Sebastián, incluso siendo presidente, se refería con cariño al “Negro”. Y este último confesó varias veces no haberse recuperado de su ausencia, luego de la muerte del dos veces mandatario en 2024 en el Lago Ranco.