Cómo es “El alcatraz de los caimanes” de Trump donde estuvo detenido el chileno Domingo Ballas

Que observar. “Acá hay muchos policías bajo la forma de caimanes”, dijo Trump, con el humor del mandatario que suele producir críticas de sus opositores, sobre el centro de detención para migrantes indocumentados en los Everglades, en el Condado de Miami-Dade, Florida.

• Apodado el “Alcatraz de los caimanes” (Alligator Alcatraz), el centro de detención se construyó sobre una pista de aterrizaje que se utilizó para entrenamiento de pilotos en medio de una red de humedales, donde viven peligrosos animales, como caimanes, cocodrilos y pitones.
• Trump alabó el concepto, que su gobierno considera una solución eficiente y de bajo costo. ¿Quién va a querer escapar de allí? Pese al hacinamiento y las malas condiciones higiénicas, la alternativa del pantano es peor.
• Los caimanes y cocodrilos, probablemente, son una de las especies -junto con los tiburones- que más temor provocan en el hombre. Pueden medir hasta cinco metros y en esa zona son una verdadera plaga. También hay una invasión de pitones, las enormes serpientes que llegaron al sector en 1970.
• De hecho Florida pagó en agosto hasta 10 mil dólares para personas que eliminen más pitones.
• Lo anterior parece el argumento de una novela de Stephen King: pero es parte de la realidad que provoca la crisis migratoria en EEUU y que Trump está enfrentando con mano dura.

Testimonio. El chileno Domingo Ballas, futbolista de 19 años, pasó dos semanas en cárceles de EEUU, entre ellas la Alligator Alcatraz, luego de ser detenido por beber cerveza en la vía pública el 8 de noviembre.

• Ballas residía en EEUU desde el 17 de agosto con visa de estudiante F-1. Su madre Francisca Ballas viajó el 10 de noviembre a Florida a tratar de ayudarlo. Solo pudo verlo cuando se embarcaron hacia Chile ayer domingo.
• Ballas juega de delantero, e intentó buscar oportunidades en Estados Unidos. Partió en la Universidad de Southeastern Community College (SCC), pero no le gustó el nivel de fútbol de esa institución y pidió cambio de universidad. Ahí surgió el problema, pues debió cambiar de visa.
• Recién el sábado las autoridades de Estados Unidos ordenaron la liberación del joven chileno.
• “La cárcel es una locura. Habían jaulas, te tienen ahí encerrado, te dan comida tres veces al día, a partir de las cinco y media de la mañana (…) fue una locura, una experiencia inolvidable”, contó al llegar a Santiago.
• La explicación que dio fue la siguiente: “Me trasladé a una universidad y hubo un error. Se suponía que la universidad me iba a cambiar la visa y no lo hizo”.
• Por su lado, la madre de Ballas informó que “él no sabía en lo que estaba, no le informaban nada. No había traductores, no había nada”.
• En octubre, según datos de Cancillería, había cinco chilenos detenidos en Alligator Alcatraz.

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Traslado. Según la familia, el joven quiso trasladarse a Lakeland y presentó el formulario el 21 de octubre para el cambio de visa, pero quedó en  estado “pendiente”. El 24 de septiembre se le habría revocado la visa de estudiante y tenía 15 días para dejar el país, es decir, el 9 de octubre.

• Pero no manejaban esa información, según reconocen. Eso es lo que le planteó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) el 8 de noviembre.
• La madre cuenta: “Recién al día siguiente a las 6 de la mañana logró llamarme y decirme dónde estaba, ya que no dan información ni asistencia alguna en esa cárcel. Ahí estuvo preso otra semana más, en una jaula metálica de 80 metros cuadrados para 44 personas con tres inodoros en el medio. Uno para hacer deposiciones con una sábana para tener algún grado de privacidad y otros dos solo para orinar. Desde ahí tienen acceso a un teléfono que se turnan con largas colas y por 15 minutos. Tienen recreos de 20 minutos solo los lunes, miércoles y viernes. Derecho a bañarse también tres veces a la semana. Lo peor es el hambre y la poca comida”, dijo Francisca de la Barra.
• Agregó: “Quiero pensar que esto es un error y que mi hijo fue víctima del cierre del gobierno norteamericano y todos sus servicios públicos por más de 40 días desde el 1 de octubre al 12 de noviembre”.
• Luego fue trasladado a otra cárcel, Krone. “Fue terrible, que lo cambiaran de una cárcel a otra y no saber dónde estaba, nada está por sistema. Fue difícil, complicado, saber que tu hijo sufre”, dijo la madre. “Él trata de hacerse el fuerte, pero tiene un don que es hacerse buenas amistades y lo protegieron mucho, sobre todo los chilenos, los latinos, los venezolanos. Lo protegieron mucho, de repente tenía que ir hasta el baño acompañado”.

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El regreso. La madre, al llegar a Santiago, deslizó una crítica política y aludió al impasse entre Boric y EEUU. “A mí me gusta mucho Estados Unidos, tengo familia allá. Esto es inexplicable, esto más que Estados Unidos es un problema de cómo están llevando el tema de la migración. Es terrible. Y también hay que cuidar las relaciones diplomáticas, porque cuando no se cuidan, pasa que se perjudica a los chilenos”.

• Domingo Ballas señaló estar “tranquilo y aliviado en Chile. Aún estoy un poco en shock, nunca pensé que me iba a pasar esto”.