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La “Marcel-dependencia”: los frentes donde el ministro de Hacienda se ha vuelto indispensable

La “Marcel-dependencia”: los frentes donde el ministro de Hacienda se ha vuelto indispensable
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“A todos les da tranquilidad escuchar al ministro Marcel”, ha dicho el Presidente Boric sobre su ministro de Hacienda. El viaje a Nueva York, los límites de la Reforma Tributaria, la participación de privados en la futura reforma a las pensiones, la política comercial y el control del gasto público forman un conjunto de materias que dependen del economista.

Garantía. Entre numerosos personeros públicos y representantes del sector privado existe un cierto consenso de que la estabilidad que proyecte el Gobierno de Gabriel Boric en un conjunto de materias dependen de un nombre: Mario Marcel.

  • La “Marcel-dependencia” se ha extendido a áreas distintas de la macroeconomía, que es el objetivo prioritario de un ministro de Hacienda. Abarca desde la política comercial, dados las controversias de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei) a cargo de José Miguel Ahumada, hasta el descongelamiento de tarifas, como podría suceder el próximo año con el Transantiago.
  • Aunque en distintos gobiernos de izquierda los ministros de Hacienda han tenido una responsabilidad relativa mayor, esta es la primera administración que combina un programa de cambios radicales en una serie de sectores en forma simultánea (tributaria, pensiones, 40 horas, CAE), un proceso constituyente en marcha, una doble coalición de apoyo con roces permanentes y una minoría absoluta en el Congreso.
  • Todo ello se enmarca en medio de una economía en franca desaceleración y camino a la recesión, en un contexto global en crisis.
  • Mario Marcel, un economista cercano al PS con un posgrado en Cambridge, es además uno de los ministros mejor evaluados del Gabinete. Quedan atrás los días en que, anunciado su nombramiento, hubo críticas desde el PC.

El mensaje de Boric. El ministro presentó los lineamientos de la Reforma Tributaria en La Moneda, el 1 de julio. Tras él habló el Presidente Gabriel Boric, quien dijo esto al comenzar: “Sospecho que, más allá de cualquier diferencia política que pueda existir, a todos y todas les da tranquilidad escuchar al ministro Marcel”. Fue seguido de aplausos y un rostro insondable del aludido. “Le agradezco, ministro, por estar llevando este esfuerzo”, prosiguió el Mandatario.

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Política fiscal. La relación entre el Banco Central, a cargo de la política monetaria (y cambiaria), y el Ministerio de Hacienda, con su política fiscal, tuvo hace dos semanas un remezón. Hasta fines de enero, Marcel presidió la entidad monetaria. Por eso, que él conminara al Banco Central a dar un diagnóstico sobre el elevado tipo de cambio fue criticado por distintos economistas y políticos de derecha como un emplazamiento innecesario. Además, abrió un espacio para que la ministra vocera, Camila Vallejo (PC), y el de Economía, Nicolás Grau (CS), se involucraran en la polémica. La controversia se cerró cuando el mismo Marcel señaló que hay autoridades no familiarizadas con estas materias y deslizó que es él el encargado de relacionarse con el Central.

  • Más allá de ese episodio, calificado como “puntual” por conocedores de la relación Hacienda-Banco Central, existe en la institución que preside Rosanna Costa una amplia confianza en las decisiones de política del ministro. Esa Marcel-dependencia se nota en un dato muy relevante: la credibilidad de que el Gobierno de Gabriel Boric cumplirá con sus compromisos de responsabilidad fiscal.
  • Para 2022, el Gobierno proyecta que el déficit fiscal efectivo será de -0,1% del PIB, una mejora sustancial respecto del balance de -1,7% del PIB que se preveía hasta hace unos meses. En su Informe de Finanzas Públicas del segundo trimestre, Hacienda también añadió otra actualización: el balance fiscal estructural, que es más importante dado que apunta a ingresos/egresos de largo plazo, se actualizó a -1,3% del PIB, una cifra mejor al -3,3% del PIB se había pensado hasta ese momento. Esos cambios hablan de un giro por mayor austeridad por parte del Estado, justo un año después de las masivas transferencias fiscales (más retiros previsionales) del período 2020-2021 del cierre de la administración de Sebastián Piñera.
  • En los escenarios base que diseña el Banco Central, aquella política fiscal más restrictiva se apoya en la credibilidad que genera el ministro Marcel. Aquella misma confianza es la que está depositada en las proyecciones de gasto público de las principales firmas financieras y agencias crediticias.
  • La decisión de no implementar un nuevo IFE, de no emitir deuda -ya muy elevada- y de acotar el efecto inflacionario del Bono de Invierno (Hacienda calcula su efecto en 0,12 puntos porcentuales de mayor inflación en un año) forman parte del menú con que el ministro busca evidenciar el compromiso del actual gobierno con la responsabilidad fiscal. Es un paso necesario para que las notas crediticias de Chile, rebajadas en los últimos años, tengan una chance de estabilidad si acaso no de mejoría.
    • “Tenemos que asegurarnos de que dadas todas las expectativas no solo sobre el proceso constitucional, sino sobre esta nueva administración, es necesario garantizar que el cambio que la gente espera es hacer estas reformas de manera sostenible. Eso es lo que pueden hacer los ministros de Hacienda y esto es lo que estamos haciendo”, comentó el ministro en su viaje a inicios de esta semana a Nueva York, con motivo del Chile Day.
    • “En 2021 Chile tuvo los programas de gasto social más expansivos del mundo. Si se combinan los retiros previsionales con transferencias masivas del gobierno, ese mayor gasto representó el 25% del PIB en la economía. Entonces, la economía se sobrecalentó. Tenemos que lidiar con eso, y en medio de una inflación elevada”, dijo. “Hay que enfriar la economía justo cuando hay muchos otros riesgos a nuestro alrededor. Necesitamos articular las macropolíticas para asegurar el restablecimiento del macroquilibrio fiscal, con consolidación fiscal, con mecanismos para apoyar a las personas que están expuestas a ese tipo de ajuste”.
    • Planteó que precisamente la responsabilidad fiscal es un “paradigma” chileno que se mantiene.
  • Entre los elementos que Marcel ha debido atender está el costo del CAE. Entre las promesas de campaña estuvo la idea de condonar la deuda de quienes tomaron ese crédito universitario, pero el costo fiscal de unos US$ 6.000 millones podrían hacer desaparecer la mitad de la recaudación esperada para toda la Reforma Tributaria. El propio Marcel ha destacado esos números para bajar la presión a quienes piden condonar esa deuda, dado que implicaría renunciar a solventar programas previsionales, del sistema nacional de cuidados y de salud, entre otros objetivos considerados prioritarios por el Ejecutivo.

Constitución. En diversas opiniones, el ministro Marcel ha planteado que está por el Apruebo de la nueva Constitución.

  • “Es natural que genere algún grado de incertidumbre. Existía antes, durante, a lo largo de todo este proceso”, concedió en Tolerancia Cero en julio. Sin embargo, desmontó varias de las críticas al texto en puntos que, a su juicio, están en general bien abordados en áreas como el derecho a la propiedad privada y la autonomía del Banco Central.
  • Si se aprobara la Constitución, el Ejecutivo y el Legislativo deberán iniciar un extenso proceso de adaptación de leyes al texto. Que Marcel esté en Hacienda genera tranquilidad respecto de las orientaciones que esas nuevas leyes podrían tener en la economía.

Reformas estructurales. Aparte de la Carta Fundamental, existe un conjunto de reformas de alto impacto que el actual gobierno lleva adelante. La más importante, por su efecto recaudatorio, es la Reforma Tributaria. Pero también se cuentan los cambios esperados en pensiones, jornada laboral, descongelamiento de tarifas del Transantiago y hasta el CAE.

  • En materia tributaria, la propuesta del Ejecutivo está cuesta arriba porque no tiene mayorías ni en la Cámara ni en el Senado. Incluso más, la iniciativa, que busca recaudar el equivalente a 4,1% del PIB en régimen y modifica el esquema tributario a las rentas personales y a los altos patrimonios, así como un mayor royalty minero, ha generado oposición entre gremios empresariales, grupos de analistas y sectores de la derecha. En resumen, cuestionan que tendrá un impacto negativo sobre la inversión, justo en un momento económico de fragilidad y un marco político inestable.
  • “El Senado está empatado. Eso obliga a llegar a acuerdos y no hay nadie mejor que Mario Marcel para liderar esos acuerdos. Es el hombre correcto en la posición correcta”, dijo el senador Matías Walker (DC) en Tolerancia Cero. “Mario Marcel tiene las condiciones para enfrentar su cargo. Pero tengo inquietud sobre la priorización de su trabajo. Estamos en medio de turbulencias económicas, una alta inflación, ha fijado una megarreforma tributaria como su prioridad que puede impactar en la actividad, con efectos en la inversión y el empleo. Mi crítica no es por sus capacidades, sino por sus prioridades”, dijo el senador Juan Antonio Coloma (UDI) a Ex-Ante el 7 de julio.
  • La otra reforma que el empresariado está aguardando es la previsional. No es el primer intento. En el segundo gobierno de Michelle Bachelet se presentó ya un proyecto -presionado por las masivas marchas de No Más AFP-, el cual por primera vez incluyó un aumento de la cotización que sería administrado por un ente estatal. Fracasó en el Congreso. En el segundo gobierno de Sebastián Piñera se presentó una iniciativa que, en lo general, tenía un diseño muy similar al de Bachelet; tampoco avanzó en su trámite legislativo. La reforma previsional de Boric se enmarca en una de sus promesas de campaña, que incluye la idea de que las AFP no podrán participar de los nuevos aportes que hagan los afiliados al sistema, pero sí podrían seguir gestionando el stock.
  • Aunque el Gobierno no ha adelantado los detalles de la propuesta, la cual en todo caso sigue en elaboración, Mario Marcel debió responder muchas dudas sobre la materia durante su periplo por Manhattan. Y ha sido consistente desde hace meses en un mensaje: se mantendrá el componente de capitalización individual. En qué porcentaje y administrado por quién es parte del set de definiciones por venir. Los temores de los inversionistas a un impacto en el mercado de capitales producto de un diseño inadecuado de la reforma siguen abiertos. Pero el ministro ha puesto buena parte de su propia expertise en la materia (la Comisión Marcel de la reforma previsional del primer gobierno de Bachelet lleva su nombre) para dotar los futuros cambios de una base financiera sustentable. En esa reforma, además, Hacienda debe concordar espacios con el Ministerio del Trabajo, encabezado por Jeannette Jara (PC).
  • Otra de las materias relevantes es el proyecto de reducción de la jornada laboral a 40 horas. Cuando esa iniciativa la presentaron parlamentarios del Partido Comunista, como Camila Vallejo, hubo críticas por su impacto en la productividad y en los costos laborales. En ese paso, sin embargo, Marcel ha tenido hasta ahora un buena relación con la ministra del Trabajo, Jeannette Jara. Trabajo ha avanzado por ahora por dos vías: una mesa técnica para darle viabilidad a la propuesta, y por medio de “certificaciones” a empresas que ya han aplicado la nueva jornada laboral reducida.
  • Otra de las tareas a la vista corresponde a la normalización de ciertas tarifas. En Chile existen pocos sectores con precios congelados, pero entre ellos hay uno de enorme sensibilidad política: los pasajes del Transantiago. El ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, entró y salió rápidamente de una polémica al sugerir que serían incrementados, pero se aclaró que cualquier decisión se tomará durante la discusión de la Ley de Presupuestos 2023. En entrevista con radio T13, Marcel dijo: “Nos ha tocado un encadenamiento de situaciones de emergencia en los últimos años, con el estallido social, la crisis del Covid, ahora este episodio inflacionario. Pero eso no significa que las medidas que se adoptan para contener los precios vayan a ser medidas que se mantengan eternamente, en algún momento tiene que comenzar a producirse esa normalización […] Está en el sentido común de las personas que los precios no pueden estar congelados eternamente”. El congelamiento de precios tiene un efecto de alivio en la inflación, pero a largo plazo plantea distorsiones contraproducentes para la misma economía, sostienen los especialistas.

Política comercial. Hasta este gobierno, la política comercial en Chile había seguido una línea de apertura al exterior, rebajas arancelarias y consecución de acuerdos bilaterales y multilaterales. Con la llegada de Boric y del nuevo subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada, hubo un cambio: ahora está en duda la modernización del tratado con la Unión Europea, existe incertidumbre sobre la firma del TPP11, hay un anunciado acercamiento al Mercosur y entre medio se puso en cuestión la legitimidad de los TLC al punto de que se prepara una consulta ciudadana al respecto.

  • Ese nuevo frente de incertidumbres se ha instalado como parte de los “goles” que ha comenzado a atajar el ministro Mario Marcel. Su primera acción al respecto ocurrió cuando declaró no estar enterado de la consulta ciudadana que deseaba llevar adelante Ahumada. “Nosotros no tuvimos conocimiento previo de esta propuesta, por lo tanto, vamos a tener mucho interés en informarnos al respecto. Hubiera sido preferible que se hiciera antes”, dijo Marcel en mayo en respuesta a la iniciativa de Ahumada: “Todos sabemos que los tratados comerciales de Chile han sido aprobados por este Congreso, todos los tratados que están vigentes. En el futuro con seguridad seguirá ocurriendo lo mismo, de manera que aquí hay hay una base en la institucionalidad democrática que es bien solida y bien evidente”.
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