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Las obsesiones de Llaitul y cómo su reclusión es funcional a su agenda

Las obsesiones de Llaitul y cómo su reclusión es funcional a su agenda
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La muerte en julio del año pasado del miembro de uno de los brazos armados de la CAM permitió a Llaitul convertir a un amigo de su hijo —al que había descrito como indisciplinado, un riesgo de seguridad y a quien pensó en expulsar—, en un mártir. “La CAM pone a los muertos”, se convertiría en una consigna para distinguir a la Coordinadora de los demás grupos radicales y despreciar la vía institucional de los convencionales mapuches. La sucesión de estados de emergencia de Piñera y Boric le servirían para para argumentar que su enemigo es el Estado y no los gobiernos. Su envío a la cárcel está siendo usado por la CAM para presentarlo como un supuesto prisionero político y ensalzar su figura.

Antes de la muerte de Marchant: La insistencia en mostrar que la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) mantenía su hegemonía en el sur luego de la emboscada a un equipo de TVN en marzo de 2021, los esfuerzos por exponer a los mapuches que trabajaban con las forestales como supuestos traidores y el desmarque del funcionario judicial de Traiguén detenido con un arsenal en su casa, marcaron el primer semestre del año pasado de Héctor Llaitul.

  • El sábado 27 de marzo de 2021, los periodistas Iván Núñez y el camarógrafo Esteban Sánchez se reunieron con el cofundador y vocero de la CAM, en un sector rural de Cañete. Según consigna la querella por homicidio que presentó el periodista de TVN, coordinaron la entrevista para el día siguiente y lo fueron a dejar a su casa, para hablar un poco más. Cerca de las 8:30 pm, mientras iban de vuelta, Núñez —quien iba manejando—, sintió un disparo que entró por la puerta del piloto. Un segundo tiro le pegó en el brazo. Vinieron varios más. Uno impactó en el ojo derecho al camarógrafo, que lo perdió.
  • La emboscada fue leída como un debilitamiento del líder del grupo radical más antiguo del sur, cuyo primer atentado se remonta a 1997, frente a otras agrupaciones como la Weichan Auka Mapu (WAM) y la Resistencia Mapuche Lafkenche (RML) que operan tanto en el Biobío como en La Araucanía. “Hay una pérdida de hegemonía de la CAM”, dijo en marzo el historiador mapuche Fernando Pairicán.
  • Llaitul pasaría los meses siguientes asegurando que no era así. Primero apuntaría, sin mostrar evidencias, a una supuesta participación policial en el ataque. En mayo cambiaría de versión en una entrevista con Mónica González en La Red y diría que “en las comunidades, la gente tiene medianamente claro que fue un sector ligado a las forestales”.
  • Uno de los blancos de sus ataques sería el dirigente mapuche Santos Reinao. Diría que la negociación con las forestales para recuperar predios lo volvía un yanacona o traidor. Reinao respondió que Llaitul estaba quedando solo en la vía “autonomista”.
  • La detención en abril de ese año del oficial de sala del juzgado de Traiguén, Juan Pablo Pirce, en cuya casa carabineros encontró un arsenal de municiones, explosivos y armas de fuego —entre éstas un fusil de asalto liviano Fal con la culata pintada con la bandera mapuche de 8 puntas wünelfe—, causó conmoción por un eventual vínculo entre los grupos armados del sur y el Poder Judicial.
  • Llaitul comentaría privadamente que Pirce tendría vínculos con la Resistencia Mapuche Lafkenche y la Resistencia Mapuche Malleco (RMM), pero no con la CAM. Aseguraría que ellos eran un movimiento autonomista auténtico, sin vínculos con orgánicas e ideologías no mapuches, como las otras agrupaciones.

La creación de un mártir: La transcripción de la PDI de una conversación telefónica de Llaitul con una mujer, identificada como Carolina Manqueo, mostrarían su ira en contra de Pablo Marchant Gutiérrez, el exestudiante de antropología de la U. de Concepción que dejó la facultad, se sumó a un brazo operativo de la CAM y vivía en su casa.

  • Lo que comenzó como un reclamo por una fiesta en que dejaron su casa desordenada, terminó con descalificaciones y amenazas de expulsión. “Entrégame la casa decentemente (…). Levántate del carrete, despierta, recoge la loza, huevón, no sé, los vasos, las huevadas quebradas, todo ordena pos huevón, no me entreguí la casa así”, dijo el 12 de abril de 2021. “Los cabros yo entiendo que se relajan y todo, trabajan, luchan y se quieren pegar su relajo, pero no sé…”.
  • “No sé. No sé qué decir”, respondió la mujer a Llaitul. Luego preguntó: “¿Cuál es la cirugía?”
  • “Yo creo que hay que cortar por lo sano, hay que expulsar al Toño. Nosotros… yo ya le di muchas oportunidades”.
  • “Se reafirman unos con otros. Y al final se vuelve un desorden y un problema de seguridad, incluso”.
  • “Yo creo que lo voy a expulsar. Cuando lo vea le voy a cantar la carta, si es que no lo masacro antes”.
  • Llaitul cambiaría de tono y opinión tras la muerte de Marchant por un tiro policial, el 9 de julio de 2021, cuando participaba de un atentado incendiario al fundo forestal Santa Ana de Carahue, que contaba con protección de Carabineros. Tenía 28 años.
  • “Horas de horror, de dolor. Estos malditos del sistema. Ya me convence cada vez más que lo único que hay que hacer es luchar frontal con ellos no más. Son unos malditos, unos siniestros”, dijo a las 9:59 am del 10 de julio de 2021 a la ex diputada PS Clemira Pacheco, consignó la transcripción policial. “Asesinaron cruelmente a un destacado militante nuestro. A Pablo Marchant”.
  • “Pablo Marchant, ya”, respondió la interlocutora, quien este viernes dijo a Radio Biobío no recordar el llamado, pero que ya no era funcionaría pública cuando ocurrió.
  • “Sí, de Tomé. Estudiante de antropología. Se vino para acá con mi hijo, lleva años como weychafe (combatiente) luchando y lo vamos a reivindicar”.
  • Un informe del Servicio Médico Legal (SML) conocido en julio de este año, y que amplió un reporte entregado en julio de 2021, sostuvo que el disparo a Marchant se había realizado a una distancia de entre 2 a 3 metros y que los perdigones satélites habían provocado lesiones en sus hombros, brazo y cara anterior del hemitórax izquierdo. Llaitul ha seguido asegurando que su muerte fue una ejecución.

“La CAM pone a los muertos”: Al funeral de 11 horas y con encapuchados armados que la CAM organizó en el fundo Pidenco llegaron cientos de personas, entre adherentes a la CAM, miembros de otros grupos radicales y también comuneros que sintieron que si no iban los acusarían de “yanaconas” y se volverían un blanco.

  • Asistentes contaron que miembros de la WAM tomaron la palabra y llamaron a dejar atrás las diferencias. También había miembros de la RMM y la RML. Llaitul fue el principal orador y habló del “control territorial”, que para el líder de la CAM es la única vía aceptable para obtener predios.
  • “La CAM se instala… pone los muertos”, comentaría privadamente ese mes, marcando la jerarquía que, a su juicio, tiene su grupo radical sobre los otros. Esa autoridad es la que usaría también para referirse a los escaños reservados mapuches de la Convención Constitucional. La propuesta se votará este 4 de septiembre. “¿Qué tengo que ver yo con los constituyentes y toda esa zanganá de vendidos?”, diría en otra trascripción.
  • Tras el estado de excepción constitucional de emergencia decretado el 13 de octubre de 2021 iniciaría un repliegue táctico, actitud que cambiaría con el declarado el 17 de mayo de este año por el Presidente Gabriel Boric. En una de las transcripciones dijo que el mandatario se “juraba” el Che Guevara, que era un convertido y que “me van a matar a mí, acuérdate huevón”.
  • En el lanzamiento de la versión ampliada del libro con los fundamentos de la CAM realizado el 10 de junio en un centro comunitario de Lo Hermida, en Peñalolén, dijo: “cuando asume este nuevo gobierno, el ilkull, la rabia, el odio, afloró”. Esa misma noche dijo que comercializaban madera de fundos tomados para adquirir lo que denominó “los fierros”  y “los tiros”.
  • Al ser detenido el miércoles en un restaurante de Cañete, no se resistió. Vestido completamente de negro, salió caminando y mirando de frente. En su audiencia de formalización de cargos, se vio calmado y a ratos aburrido.

La tesis del “prisionero político”: Tras su captura el miércoles, la CAM emitió una declaración que lo puso al centro de la vía armada propiciada por los grupos radicales. “La detención de nuestro peñi y lamgen es, sin duda, un punto de inflexión para el movimiento mapuche autonomista revolucionario que, contrapone tajantemente la confrontación a este Estado colonial y su política de integración forzada. O luchamos de verdad por la reconstrucción nacional mapuche o sólo es discurso y presión para recibir migajas que ofrece el Estado”, decía.

  • En su audiencia de formalización de cargos, su abogado Rodrigo Román dijo que “había una clara persecución política”.
  • Llaitul pernocta desde el jueves en la cárcel El Manzano 2 de Concepción, luego de su formalización de cargos en el marco de la infracción a la Ley de Seguridad del Estado. La Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería pidió trasladarlo. Aseguró que, contando los enrolados previamente, había más de 400 personas inscritas para verlo.
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