Lo que hay que saber del futuro gobierno de José Antonio Kast
Agencia Uno - José Antonio Kast
T13 En Vivo
El relato ordenador de la agenda. Cuando entró a la carrera presidencial, en enero, José Antonio Kast anunció como lema una “política de shock”, que cambiaría en julio por el de “gobierno de emergencia”, que se reveló un acierto en la campaña y ahora será la espina dorsal de su gobierno. Primero, ayudará a amortiguar medidas que podrían generar anticuerpos, dado que las urgencias implican sacrificios. Segundo, servirá para consensuar una agenda con sus aliados focalizada en las principales demandas ciudadanas (seguridad, inmigración, economía, vivienda, salud y educación), lo que permitirá esquivar temas que dividen, como los valóricos.
90 días con el acelerador a fondo. En línea con lo anterior, Kast y su equipo anunciaron que los primeros 90 días, contados a partir de su victoria electoral, serán vertiginosos para marcar con fuerza el cambio. Kast hará gestos como ir a Colchane a anunciar dónde será construido un albergue para inmigrantes irregulares y otras giras similares. Además de hacer sentir el cambio, la iniciativa parte de una constatación: las luna de miel son cada vez más cortas y el presidente nunca tiene tanto poder como entre su elección y su llegada al cargo.
Expectativas: luz amarilla. Un problema no menor para el presidente electo es el exceso de expectativas que generó su campaña, que ahora serán mayores con su impresionante votación. Ganar por ese margen es una fortaleza enorme, pero esa moneda tiene otra cara: su casi 60% es una barrera muy alta, por lo tanto es muy difícil subir y el riesgo de bajar es alto, aunque sea por un margen menor. Conscientes de eso, con su equipo definió que la noche de su victoria sería sobre todo una noche para mostrar humildad.
Cambio de época. La elección de Kast rompió un tabú, vigente durante 36 años: que en Chile jamás llegaría a La Moneda alguien que votó SÍ en el plebiscito de 1988. Ahora el eje pasó a ser el primer plebiscito constitucional, como se reflejó en la votación de la segunda vuelta. Kast, señalan cercanos, quiere aprovechar esa oportunidad, erradicar la imagen de sectario del Partido Republicano y administrar el poder con generosidad a la hora de los nombramientos. El primer test será si le da espacio a sus “enemigos” o se comporta como Sebastián Piñera, que dejó fuera del gabinete a Andrés Allamand y Pablo Longueira, y luego tuvo que convocarlos.

José Antonio Kast, en su primer discurso como Presidente electo: “Chile va a tener un cambio real”
Ni Milei, ni Trump ni Bolsonaro. Si bien Kast tiene una cercanía ideológica con los tres, sus cercanos señalan que su estilo de gobernar no será caudillesco. Optará por uno más institucional, como lo demostró en la elección pasada, cuando tras ser derrotado acudió a felicitar a Gabriel Boric, gesto impensable en Trump y Bolsonaro. Ahora, volvió a mostrar un perfil alejado de estridencias en su conversación con Boric. Busca ser el de líder de una causa, en línea con su idea de consolidar una coalición que se pueda proyectar más allá de su gobierno.
Quiroz, el zar de la Economía. El senador electo Rodolfo Carter se sumó a la campaña republicana en junio y le recomendó a Kast a Jorge Quiroz como jefe económico de su campaña. Hasta entonces no se conocían. La confianza que forjaron ahora se va a traducir en que Quiroz, como ministro de Hacienda, tendrá un gran poder sobre otras carteras (Economía, Minería, Medio Ambiente, Agricultura, Obras Públicas), además de otros organismos. Su foco estará en facilitar inversiones por medio de la convergencia fiscal, desregulaciones y ajuste del gasto público. Quiroz tiene un carácter frontal y escasa experiencia política, una mezcla complicada.
El triunvirato del primer anillo. El senador electo Arturo Squella, el asesor estratégico y comunicacional, Cristián Valenzuela y su jefa de gabinete, Carolina Araya, forman el grupo más cercano y más influyente de Kast. Squella, dueño de un estilo dialogante y nexos transversales, es considerado el factótum del presidente electo y será su voz en el Congreso. Valenzuela carece de aversión al conflicto, pero es potente en sus temas. Se le menciona como posible jefe del segundo piso. Carolina Araya, que controla la agenda de Kast, ha demostrado eficiencia como su jefa de gabinete y ejercería ese mismo cargo en La Moneda.
Seguridad, un cargo crítico. Todavía el cargo de ministro de Seguridad es una incógnita. Solo se ha filtrado que no puede ser un ex militar -por el fantasma de la dictadura- que tiene que tener experiencia política y manejarse bien comunicacionalmente. Es considerado el puesto más crítico: si es exitoso, también lo es el gobierno y su fracaso sería letal. Pero también es un gran oportunidad: un ministro de esa cartera con éxito es inmediatamente un candidato fuerte a la sucesión de Kast.
Alvarado, el coordinador político. Hay muy pocas dudas que Claudio Alvarado (UDI) será el ministro secretario general de Gobierno y principal coordinador político de la nueva administración. Fue subsecretario y ministro de esa cartera, donde siempre se destacó como un gran negociador en el Congreso. Además de su desempeño, es muy cercano a Kast. Fue el primero en abogar por la migración de votos UDI hacia el actual presidente electo, cuando el partido apoyaba a Sebastián Sichel en 2021. En la actual campaña también sacó la voz antes que nadie contra Evelyn Matthei por usar los mismos argumentos de la izquierda en sus críticas a Kast.
El elenco femenino. Una de las lecciones que Kast y su equipo aprendieron de su derrota ante Gabriel Boric, el 2021, fue que era urgente redefinir su discurso ante el público femenino, donde su adversario le sacó una ventaja muy amplia. Esta vez, además de eludir los temas valóricos, integró un fuerte elenco de mujeres a su campaña. La que tuvo mayor visibilidad fue Mara Sedini, carta fija para asumir la vocería de gobierno. A ella se suman Carmen Soza, la guardiana del programa y candidata natural al Segundo Piso; Ruth Hurtado, brazo derecho de Squella; Carolina Araya, que integra el triunvirato de Kast; y María Jesus Wulf, redactora del capítulo social del programa, entre otras.

