Un viernes negro registró El Salvador con el balance de 24 personas asesinadas en distintos puntos del país.
La nación contaba con una baja en la tasa de homicidios y el día fue considerado como uno de los más violentos desde que Nayib Bukele asumió la presidencia hace casi un año.
Frente a esta situación, el mandatario decretó Alerta Máxima en las cárceles en las que se encuentran los integrantes de pandillas que azotan con violencia a la población y sostuvo que desde los recintos penitenciarios se dieron las órdenes de matanza.
Además, este domingo se ordenó mezclar a los miembros de pandillas rivales en celdas comunes.
"Se acabaron las celdas de una misma pandilla", anunció citado por la prensa local. "Trabajamos para evitar que sigan saliendo órdenes de estos lugares para afectar a las familias salvadoreñas", añadió.
Por otra parte, se aisló a los cabecillas luego de informarse que en reportes de inteligencia, las órdenes de asesinatos habían salido desde las cárceles.
El Salvador enfrenta esa nueva ola de violencia junto al estado de emergencia y una cuarentena domiciliar obligatoriia por los casos de contagios de coronvirus que registra ocho fallecidos y 75 pacientes recuperados.
