Ya acabada la fiebre por seguir todos los pasos del Papa Francisco en su visita a Estados Unidos, comienzan a salir a la luz los pormenores de su viaje que incluso habría incluido un encuentro secreto.
Todo indica a que el Papa Francisco se reunió la semana pasada con Kim Davis, la clériga de Kentucky que negó una orden de la Corte y se rechazó casar a parejas homosexuales. Así declaró al New York Times, Mathew D. Staver, el abogado de Davis.
En el encuentro, el Pontífice le dijo que se “mantuviera fuerte” y le entregó unos rosarios a Davis, quien a su vez se los regaló a sus padres católicos, ya que ella es de religión apostólica cristiana.
El abogado contó al diario que Davis y su esposo fueron escabullidos en la Embajada del Vaticano al interior de un auto el jueves pasado y se reunieron por unos 15 minutos con el Papa, que estaba acompañado por personal de seguridad y fotógrafos.
Davis estuvo al centro de la polémica nacional, sacando a la luz el debate sobre si los funcionarios públicos tienen el derecho para rechazar servir a parejas homosexuales. La mujer pasó cinco días tras las rejas luego de desobedecer la orden de la corte federal que autoriza esas licencias.
Hasta ahora, la información sólo ha sido confirmada por el abogado de Davis, ya que el vocero del Vaticano, Ciro Benedettini, dijo que no podía negar ni confirmar el encuentro.
Eso sí, el Papa entregó guiños sobre su postura en este debate en su regreso a Roma, sin hacer mención directa al caso de Davis.
Un periodista le preguntó al Papa sobre los funcionarios públicos que por creencias religiosas se negaban a realizar su trabajo y casar a parejas del mismo sexo.
En respuesta, el Pontífice dijo que “la objeción consciente es un derecho que es parte de cada ser humano”. Por lo que “si una persona no le permite a otra ser un objetor consciente, le está negando un derecho”.
