El crecimiento de Estados Unidos se desaceleró menos de lo esperado en el segundo trimestre, ya que la debilidad en la inversión de las empresas y las exportaciones por la guerra comercial fue compensada en parte por un desempeño mejor al esperado del gasto de los consumidores.
El Producto Interno Bruto se expandió a una tasa anualizada de 2,1%, informó el Departamento de Comercio, superando las estimaciones de 1,8% de los analistas consultados por Bloomberg. Igualmente se ubicó por debajo del avance de 3,1% del primer trimestre.
El gasto de los consumidores, que representa dos tercios de la economía, aumentó 4,3%, mientras que el gasto del gobierno subió 5% y ofreció su mayor impulso en una década.
Sin embargo, la inversión no residencial bajó 0,6%, su primera caída desde 2015, mientras que la inversión residencial retrocedió por sexto trimestre consecutivo. El presidente de la Reserva Federal de EEUU, Jerome Powell, dijo este mes que la inversión empresarial y el sector inmobiliario eran áreas de debilidad en la economía.
El impacto de la guerra comercial con China se sintió en las exportaciones, que bajaron 5,2%, mientras que las importaciones crecieron sólo 0,1%.
Pero las señales de un gasto de los consumidores robusto, junto con un sólido mercado laboral, disminuyen las posibilidades de que la Fed aplique un recorte de 50 puntos base en las tasas de interés tras su reunión de política monetaria de la próxima semana.
El crecimiento interanual se desaceleró a 2,3%, su ritmo más débil en dos años. Datos revisados entregados hoy muestran que la economía no logró la meta de crecimiento que se había impuesto Donald Trump de 3% en 2018, a pesar de que las cifras preliminares habían mostrado que sí se había logrado.
