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EE.UU. sanciona a ocho bancos de Corea del Norte

EE.UU. sanciona a ocho bancos de Corea del Norte
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Además, 26 ciudadanos norcoreanos fueron sancionados en el marco de la estrategia de Washington de provocar un "aislamiento total" de Pyongyang. Sin embargo, a pesar de la presión ejercida, la Casa Blanca también puso este martes el acento en la diplomacia.
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Por AFP

EE.UU. anunció este martes nuevas sanciones contra ocho bancos norcoreanos y 26 ciudadanos de esa nacionalidad considerados "facilitadores" del financiamiento del programa nuclear de Corea del Norte.

"Nuestros objetivos son bancos norcoreanos y gestores de financiación que representan a los bancos norcoreanos en el mundo", comentó el secretario del Tesoro estadounidense Steven Mnuchin, destacando la estrategia de Washington de "aislamiento total" de Pyongyang para lograr la desnuclearización de la península coreana.

"Los individuos sancionados hoy son ciudadanos norcoreanos operando en China, Rusia, Libia y Emiratos Arabes Unidos en calidad de representantes de bancos norcoreanos" en esos países, precisó el Tesoro en un comunicado.

"Como consecuencia de la decisión de hoy, todos los bienes e intereses de las personas designadas estarán bloqueados o bajo control de Estados Unidos", agrega el documento.

Entre los bancos afectados por la medida figuran el Agricultural Development Bank, la Hana Banking Corporation, el International Industrial Development Bank y el Jinmyong Joint Bank.

Desde 2008, Washington adoptó medidas contra Pyongyang sustancialmente comparables a las de la ONU, para congelar los activos de personas y empresas acusadas de estar vinculadas al programa nuclear y de desarrollo balístico norcoreano, prohibir la exportación de bienes, servicios (incluidos los financieros) y tecnología, así como nuevas inversiones en ese país. 

Las sanciones también prohíben la venta de artículos de lujo y apuntan contra el suministro de carbón o metales y la operativa de empresas de energía, transporte y minería. 

Estas medidas fueron autorizadas por un decreto presidencial firmado la semana pasada en Nueva York por Trump en plena asamblea general de la ONU, dominada por los temores suscitados por los programas balístico y nuclear de Pyongyang.

Más presión de EE.UU.

Igualmente, este martes, EE.UU. intensificó aun más la presión sobre Corea del Norte, aunque aseguró que quiere una solución diplomática a la crisis nuclear con Pyongyang.

La Casa Blanca tomó la iniciativa, inhabitual, de desmentir el haber abierto la puerta al conflicto con este país dotado del arma nuclear.

En Nueva Delhi, el secretario de Defensa norteamericano, Jim Mattis, fue tajante: "nuestro objetivo es resolver todo esto de manera diplomática".

EE.UU. "conserva paralelamente la capacidad de hacer frente a las amenazas más peligrosas de Corea del Norte (...) pero también de apoyar a nuestros diplomáticos para contener [la crisis] el mayor tiempo posible", dijo.

El acento puesto sobre la diplomacia tiene lugar en plena guerra verbal entre Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-Un, tras la sexta prueba nuclear de Pyongyang y sus disparos de misiles. El norte justifica su despliegue militar ante la necesidad de protegerse de Washington.

Por su parte, el jefe de la diplomacia norcoreana, Ri Yong Ho, convocó el lunes a una conferencia de prensa en Nueva York para responder a una misión realizada por bombarderos estadounidenses cerca de las costas norcoreanas, y también a las advertencias grandilocuentes de Trump.

"No hemos declarado la guerra a Corea del Norte y, francamente, tal insinuación es absurda", respondió Sarah Huckabee-Sanders, portavoz del gobierno estadounidense. 

Llamado a la calma

Por su parte, el portavoz del ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, en una rueda de prensa, dijo que "nadie saldría vencedor de una guerra en la península coreana, que sería todavía peor para la región". 

"Las provocaciones mutuas sólo pueden aumentar el riesgo de una confrontación", añadió, lamentado que "últimamente escuchamos demasiados ruidos de botas".

"Esperamos que los responsables políticos en Estados Unidos y Corea del Norte tengan suficiente sentido común para comprender que recurrir a la fuerza y a la potencia militar no es una decisión viable", agregó.

Seúl también llamó a calmar el juego. Es necesario "evitar una escalada ulterior de las tensiones o enfrentamientos militares accidentales, que podrían degenerar rápidamente", dijo la ministra de Exteriores surcoreana, Kang Kyung-Wha.