El ministro de Migración griego, Yanis Muzalas, anunció este viernes que se podría empezar a deportar desde noviembre a 250 inmigrantes por semana, siempre que no hayan solicitado estatus de refugiado. Muzalas explicó en el Parlamento que ese objetivo podría cumplirse si la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO) colabora enviando funcionarios a Grecia. Además, el ministro heleno aseguró que los planes incluyen trasladar a todos aquellos refugiados que no puedan ser devueltos a Turquía a centros del territorio continental para "descongestionar" la situación de las islas del Egeo oriental, donde, según cifras de hoy, hay 14.053 refugiados para 7.450 plazas disponibles.
El hacinamiento y la precariedad en los campamentos de refugiados de estas islas hace aumentar la tensión tanto entre los inmigrantes, que no ven salida a su situación, como entre la población local, que ve como se perpetúa un fenómeno que iba a ser temporal, lo que llegó a provocar en las pasadas semanas incidentes en Lesbos y Quíos. Muzalas dijo además que el Gobierno tratará de convencer a los socios de la UE más reticentes para poder trasladar -temporalmente, remarcó- al continente a aquellos inmigrantes destinados a ser deportados.
EFE
