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El presidente de Brasil, Michel Temer, reconoció que utilizó un avión del empresario Joesley Batista para viajar con su familia a Bahía en 2011, cambiando la versión inicial de que había volado en una nave de la Fuerza Aérea.
Batista, dueño de la multinacional cárnica JBS, es la misma persona que lo involucró a través de escuchas de haber aceptado pagar por el silencio del diputado Eduardo Cunha, preso por el escándalo Petrobras.
Temer, en todo caso, dijo desconocer quién era el duelo de la aeronave.
"El entonces vicepresidente Michel Temer utilizó una aeronave particular el día 12 de enero de 2011 para llevar a su familia de Sao Paulo (sureste) a Comandatuba (estado de Bahia), desplazándose en seguida a Brasilia, donde mantuvo la agenda normal en el gabinete", se lee en un comunicado de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia.
"La familia retornó a Sao Paulo el día 14, usando el mismo medio de transporte. El vicepresidente no sabía a quien pertenecía la aeronave y no pagó por el servicio", añade el texto.
La información surge en medio del juicio que le sigue el Tribunal Superior Electoral (TSE) y que amenaza el mandato del mandatario.
El TSE analiza si la fórmula presidencial vencedora en la campaña de 2014, compuesta por Dilma Rousseff y Temer, cometió abusos de poder político y económico y si se benefició de financiación ilegal procedente del megafraude a Petrobras.
