Este 1 de enero, el ultraderechista Jair Bolsonaro asumió como Presidente de Brasil tras ganar la segunda vuelta de las elecciones realizadas en octubre; donde reunió más de 57 millones de votos.
La ceremonia comenzó en a eso de las 13:30 horas en Brasilia, donde se dispuso un extremo esquema de seguridad producto de la asistencia de distintos jefes de Estado del continente y el mundo.
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Antes de comenzar, y a través de Twitter, Bolsonaro ratificó su promesa de "cambiar el destino de Brasil (...) para eso necesitamos seguir teniendo su imprescindible apoyo".
Ya en la ceremonia, aseguró que "reafirmo mi compromiso de construir una sociedad sin discriminación ni división (...) prometo mantener, defender y cumplir la constitución brasileña", señaló.
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Además, aseguró que se realizarán reformas financieras estructurales y que "el gobierno no gastará más de lo que recaude".
"Vamos a combatir la 'ideología de género', conservando nuestros valores", añadió y destacó que "Brasil será libre de las amarras ideológicas".
Junto con eso, prometió respetar todas las religiones, pero reseptar las "tradiciones judeo-cristianas".
Además, habló de "valorizar la familia" y "preparar a los hijos para el mercado de trabajo y no para la militancia política".
"El ciudadano de bien merece disponer de medios para defenderse, respetando el referéndum de 2015", aseguró respecto a la posesión de armas.
"Brasil por encima de todo y Dios por encima de todo".
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