Escort condenada por crimen de empresario reconoce robo, pero niega el homicidio y haber drogado a sus clientes
Monserrat Valdivia y Lissete Núñez, conocidas como las "Escorts del Casino" fueron condenadas a fin de año por el homicidio de un empresario en Viña del Mar y otros delitos.
En 2023, el empresario de 60 años falleció por asfixia mecánica, estrangulación y sofocación. Horas antes de que su cuerpo fuera hallado, salió desde el casino Enjoy de Viña del Mar al interior de su vehículo junto a las dos escorts.
Otros cuatro hombres acusaron a las 'Escorts del Casino' de haberlos drogado para robarles sus pertenencias y realizar transferencias a sus cuentas.
Escort condenada niega homicidio de empresario
En conversación con Reportajes T13, Monserrat Valdivia negó haber drogado a sus víctimas. “Nunca drogué, ellos lo dicen, cualquiera puede decir que los drogué”. El tribunal concluyó que no existían pruebas suficientes para acreditar estas acusaciones.
Lo único que reconoció Valdivia fue un robo a un cliente que no habría pagado los servicios que había solicitado. “Yo reconocí el delito del iPhone, yo si me lo llevé”, dijo.
La escort fue condenada a doce años por el homicidio del empresario y a seis años más por otros delitos.
Las mujeres conocieron al hombre en el casino Enjoy de Viña del Mar, luego de conversar y preguntar si habían habitaciones disponibles en el hotel, salieron del lugar a bordo de la camioneta del empresario.
Valdivia iba de copiloto, pero después se cambió y fue la conductora, ya que supuestamente la víctima casi volcó. Desde ese entonces, el hombre se fue sentado atrás.
“Él estaba atrás y estaba ebrio, yo le dije que me tenía que ir, tenía que quedarme con mi hija. Ahí nos fuimos (con Lissete)”, dijo Valdivia. Sin embargo, 30 horas más tarde, el hombre fue encontrado muerto en su camioneta.
La justicia determinó que las escort lo golpearon en el rostro y piernas, lo asfixiaron mediante sofocación mientras lo estrangulaban con un vínculo o lazo. La bufanda de la víctima fue encontrada firmemente en su cuello, según el Servicio Médico Legal.
“Yo no tengo idea de los peritajes, yo soy una simple mujer que trabajaba como dama de compañía. Yo estoy dando mi testimonio, porque estoy presa porque me condenaron culpable, pero yo estoy mal condenada”, argumentó la escort.
“Él no estaba mal, no estaba muerto, él estaba ebrio. Nosotras nos fuimos, pero él estaba vivo dentro de la camioneta. No hay ninguna huella mía ni siquiera de Lissete Nuñez en su cuello. Yo no maté a nadie. Si yo lo hubiera matado, yo lo hubiera dicho, no le hubiera hecho este daño a mi familia de gastar todo este dinero en mí”, se defendió.

