Emprendedores jubilados crearon piscolas en lata pero fueron estafados desde la cárcel
Una red de estafas que opera desde la Cárcel de Rancagua ha dejado a varios emprendedores chilenos con pérdidas millonarias. Carlos Palacios Gaete, un interno de 54 años, es señalado como el principal responsable de defraudar a pequeños empresarios, utilizando teléfonos celulares prohibidos al interior del recinto penitenciario.
El modus operandi del estafador consiste en contactar a emprendedores, principalmente del rubro agrícola y de alimentos, para realizar compras fraudulentas. Palacios se hace pasar por un representante de una empresa, ganándose la confianza de sus víctimas antes de concretar el engaño. Una vez que los emprendedores entregan los productos, los cheques o transferencias emitidas por el estafador resultan ser falsas o sin fondos.
Uno de los casos más emblemáticos es el de dos pensionados que invirtieron sus ahorros en un emprendimiento de pisco en lata. Tras realizar una importante venta a un supuesto cliente, los cheques recibidos fueron rechazados, dejándolos con una pérdida de 16 millones de pesos.
Gendarmería de Chile ha tomado conocimiento de la situación y ha realizado allanamientos en la Cárcel de Rancagua, donde se han incautado teléfonos celulares utilizados por los internos para cometer estos delitos. Sin embargo, la falta de inhibidores de señal en el recinto dificulta el control de las comunicaciones y permite que las estafas continúen ocurriendo.

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Las autoridades han llamado a los emprendedores a extremar las precauciones y verificar la autenticidad de los compradores antes de realizar cualquier transacción comercial. Asimismo, se ha instado a denunciar cualquier sospecha de estafa para evitar que más personas sean víctimas de esta red delictual.
