“Estamos trabajando, buenas noches”: La fría frase con la que peligrosa banda liderada por menor de 14 años se despidió tras un turbazo
Un estremecedor video grabado por los propios delincuentes reveló el modo de operar de una peligrosa banda juvenil conocida como “Los Contrarreloj”, responsable de múltiples robos violentos, incluido un homicidio en Lampa que conmocionó al país. Los registros, difundidos en redes sociales, muestran cómo estos adolescentes no solo cometían los delitos, sino que los grababan y publicaban con orgullo, transformando el crimen en espectáculo.
Fuera de cámara, familiares del grupo intentan justificar sus acciones. Uno de los protagonistas es un joven de solo 16 años, conocido como “Chino”, involucrado en el asalto donde un ingeniero perdió la vida mientras defendía a su familia. A pesar de su edad, su comportamiento dista mucho del de un menor. Junto a él operaban otros adolescentes que, sin temor a enfrentar a Carabineros o la PDI, sembraron el terror en distintos puntos de la Región Metropolitana.
La agrupación, apodada “Los Contrarreloj”, hacía honor a su nombre: ejecutaban robos en menos de un minuto, para luego huir a gran velocidad. El caso detonó una investigación a gran escala, con más de 250 funcionarios de la PDI desplegados bajo el liderazgo de la Brigada de Robos Suroriente, con el objetivo de desarticular la organización.
Una de las víctimas, María, relató el absurdo momento en que los delincuentes, tras ingresar a su vivienda, se despidieron con frialdad: “Nos dijeron ‘Buenas noches, muchas gracias, estamos trabajando y que tengan una buena noche’. Apagaron la luz y se fueron”, recuerda.
El video de aquel robo fue clave. Grabado por uno de los integrantes, apodado “Berraco”, de 16 años y subido a redes sociales, se transformó en el punto de partida de una compleja investigación que logró identificar a 17 menores de edad vinculados a la banda.
"Fue a causa de los nervios": revelan hecho previo por el que menores dispararon a ingeniero de Lampa que murió
“Se trataba de una banda juvenil altamente violenta, muy prolífica, ya que cometían muchos delitos en distintas comunas. Logramos determinar que en nueve comunas se cometieron alrededor de 16 o 17 delitos”, explicó Álvaro Jaramillo, jefe de la Brigada de Robos Suroriente de la PDI.
Modus operandi de la banda liderada por un menor de 14 años
En apenas cuatro meses, los jóvenes protagonizaron una ola delictual en comunas como Pudahuel, La Florida, Lampa, Quilicura, Cerrillos, Maipú, Las Condes y Vitacura. Desde allí, su violencia escaló, alcanzando niveles alarmantes.
El Subinspector Marías Vargas detalló que los delincuentes planificaban con precisión sus ataques: “A través de la referenciación, pudimos observar que usaban vehículos robados para cometer encerronas y turbazos. Los mismos autos eran trasladados por distintas comunas de la región para ejecutar nuevos delitos”.
En Vitacura, uno de los operativos de la banda terminó con funcionarios con licencia médica por el trauma sufrido. La investigación reveló que los delincuentes incluso apagaban sus teléfonos para evitar ser rastreados por antenas, aunque luego los encendían para publicar fotos y videos presumiendo armas y autos robados, según confirmó el fiscal Marcelo Vargas.
Uno de los episodios más impactantes ocurrió el 9 de septiembre en Las Condes, cuando los adolescentes irrumpieron armados en la casa de una familia. Bárbara Martínez, madre del ingeniero Hugo Fernández, víctima fatal de la banda, relató el horror vivido: “Me llevaron a mi dormitorio, dos me apuntaron en la cabeza y los otros cuatro fueron a la pieza de mis dos hijos”, contó entre lágrimas.
El secuestro ya no es un "hecho excepcional": Informe de Fiscalía alerta sobre avance del crimen organizado en Chile
Horas más tarde, la misma banda asesinó a Fernández en su domicilio en Lampa. Según el fiscal, el crimen se produjo por los nervios y gritos de las víctimas, que alertaron a los vecinos: “Ante la inmediatez y el nerviosismo, los menores dispararon el arma de fuego”, explicó.
La estructura de “Los Contrarreloj” sorprendió a los investigadores. Operaban con jerarquías por comuna: Renca y La Pintana actuaban como brazos operativos, mientras que Cerro Navia albergaba a los líderes. En la cúspide, un menor de apenas 14 años dirigía las operaciones. “Extrañamente, en este caso no había un adulto reclutando a los menores. Eran ellos mismos quienes coordinaban, cambiaban de agrupación y organizaban el almacenamiento y venta de especies robadas”, precisó el fiscal Vargas.
Los “reductores”, adultos que compraban autos y artículos sustraídos, fueron identificados como Carlos Enrique Miranda Villalobos y Francisco Javier Orrego Rosas, quienes facilitaban el funcionamiento de la red.
Lo más inquietante: muchos de los integrantes se conocieron en centros de internación provisoria, lugares que, se han transformado en espacios de conexión entre menores delincuentes.
