Pareja de Camila Rojas revela los planes antes de que fuera asesinada por su vecino: "Teníamos listo nuestro cambio"
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Este viernes se llevó a cabo la tercera jornada del juicio oral por el brutal crimen de Camila Rojas, mujer de 29 años que fue apuñalada 97 veces por su vecino en julio del año pasado.
Durante el juicio pasaron más testigos, como la niñera y su hija, quienes fueron alertadas de lo ocurrido por las dos menores de edad que estaban presentes durante el crimen, pero el momento que más conmovió a la sala, fue el testimonio de Ronald, la pareja de Camila y padre de la menor de 5 años que sobrevivió al ataque.
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En su declaración, describió con la voz quebrada el momento en el que supo de la muerte de Camila y el posterior relato de su hija, quien presenció la agresión. También destacó la valentía de su expareja para proteger a su hija del ataque y como la pequeña había protegido a su madre abrazándola, momento en el que fue herida en su espalda y parte de su cuello.
También, contó las aprensiones que tenía Camila sobre el único imputado del crimen. Ronald también reveló como, junto a su hija, tratan de sobrellevar el trauma.
La pena de su expareja
“El dolor es insuperable”, confesó Ronal al Diario El Día. A pesar de que esta con tratamiento psicológico para afrontar la trágica perdida de Camila, contó que “mi hija tiene muchas falencias, muchos dolores, mucha pena. Yo como padre trato todos los días de poder afrontarla y darle la mejor cara para que ella tenga una vida normal; que entre comillas, a lo mejor no va a recuperar nunca, porque vamos a vivir con esto siempre. Nos encontramos regularmente con ayuda psicológica y psiquiátrica para poder afrontarlo”.
Ronald sostuvo con firmeza que los antecedentes anteriores del ataque del imputado muestran que su conducta criminal va más allá del consumo de drogas. “Creo que sus tendencias estaban asociadas a una sensación sexual con mi pareja, una sensación de causar un daño extremo. Esa es su capacidad de actuar”.
Es por esto, que el padre de la menor exige que se sancione al imputado con las penas máximas, "que esto no vuelva a suceder y que quede marcado que estos crímenes brutales deben tener un castigo ejemplar para toda la gente que está viendo esto”. “Que la justicia dé la pena máxima y cadena perpetua para que pague todo el daño”.
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El cambio de casa frustrado
Durante el juicio, reveló un detalle que hasta el momento era desconocido, la familia estaba a dos días de irse de la vivienda que ocupaban hace un año en alfalfares. “Habíamos comprado una vivienda en Coquimbo. El día antes que falleciera Camila, ya teníamos listo nuestro cambio de domicilio para mejorar nuestras condiciones de vida”, relató Ronald.
La decisión estaba relacionada con su vecino y autor del crimen, "era por el vecino y por situaciones irregulares en la casa contigua donde habitaban. Era una casa con fiestas constantes que incomodaba a todos. La gente tenía la sensación de que no era el mejor entorno”.
En esa misma línea, Ronald responsabilizó a la hermana de la pareja del imputado, quienes le arrendaban la propiedad, “ellos tienen una responsabilidad importante en mantener a una persona con tales antecedentes penales. Eso también terminó con la vida de Camila”.
El padre de la menor fue acompañado por su madre, quien también exige justicia por su nieta y su hijo.
La mujer calificó al imputado como “un animal. No tiene derecho a salir libre. Además, creo que su familia era cómplice”. También, aseguró que “es mentira que estuviera drogado o loco. Sabía lo que hacía”, aseguró.
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Al igual que otros testigos, Carmen asegura que había un patrón de acecho que el sujeto tenía con Camila “Vigilaba a mi niña. Sabía cuándo salía, cuándo llegaba, cuándo no estaba mi hijo. Encontró el momento para entrar. ¡No tenía derecho a quitarle la vida!”.
Durante el juicio, también testificó una mujer que cuidaba a la hija y hermana de Camila. Las menores de 5 y 8 años, fueron quienes, a través de mensajes y llamadas alas 8 de la mañana, le informaron que Camila no despertaba.
Luego de llegar al lugar, la niñera encontró a las menores traumatizadas y con ropas ensangrentadas “La ropa tenía una cantidad significativa de sangre”. La niñera explicó que su hija, enfermera de profesión, ingresó a la cabaña y le confirmó que Camila se encontraba sin vida.
