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“Por mi hija sagrada que le meto un tiro”: Los audios que revelan el horror de la red de explotación sexual en Concepción

T13
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Las víctimas, en su mayoría mujeres migrantes venezolanas, estaban sometidas a condiciones de control absoluto.

Nuevos y escalofriantes audios revelan detalles de una red de trata de personas y explotación sexual vinculada al clan del Tren de Aragua, que operaba en Concepción.

Tal como reveló Reportajes T13, en uno de los extractos, Luis Felipe “Caliche” Ceballos, uno de los líderes, amenaza brutalmente a las mujeres bajo su control: “Vuelvo a escuchar otro comentario … y por mi hija sagrada que le salgo metiendo un tiro a alguna de ustedes para que sean serias. No va a ser ni la primera ni la última vez que lo haga y no me tiembla la mano.”

Otro audio muestra a “Caliche” imponiendo multas arbitrarias: “Usted me debe $100 mil pesos. Hasta que usted no me pague el último peso, usted no tiene opinión ni nada. La última palabra la doy yo.”

Se confirmó además que Carlos Alexander Cortez Florez, alias “Carlitos Nike” —identificado como el asesino del suboficial Daniel Palma— no solo participaba como brazo armado y facilitador de clientes para la red, sino que llegó al extremo de entregar a su propia pareja para que “Caliche” la explotara sexualmente.

Asesino del suboficial Palma entregó a su pareja a red de explotación sexual

Según la PDI, “Carlitos Nike” “posterior a ello le buscaba clientes a Luis Felipe e inclusive entregó a la pareja que tenía en ese tiempo para que Luis Felipe la trabajara”.

“Por mi hija sagrada que le meto un tiro”: Los audios que revelan el horror de la red de explotación sexual en Concepción
“Por mi hija sagrada que le meto un tiro”: Los audios que revelan el horror de la red de explotación sexual en Concepción

"Las mujeres para mí, para mi nivel de malandreo, no son base", le aseguraba "Carlitos Nike" a Luis Felipe Ceballos, haciendo referencia a que podía entregar a su pareja sin reparos para que fuera explotada por la red.

Las víctimas, en su mayoría mujeres migrantes venezolanas, estaban sometidas a condiciones de control absoluto: deudas impuestas por la organización, vigilancia constante, horarios fijos, prohibiciones para salir solas e incluso obligadas a atender sin preservativos.

El caso ya produjo consecuencias judiciales. “Caliche” y Mary Emilia Colmenares, otra líder de esta organización, fueron condenados a más de 20 años de cárcel, mientras que otros miembros recibieron penas más leves, incluyendo libertad vigilada.