Los sindicatos uruguayos paralizaron este miércoles el país en reclamo de mejoras salariales y la creación de más fuentes de trabajo. La central sindical PIT-CNT evaluó positivamente el desarrollo de la huelga. "Hoy el día se parece a un domingo, lo que evidencia el alto nivel de adhesión" de la medida de protesta, dijo su secretario general, Marcelo Abdala.
El representante sindical sostuvo que "los Consejos de Salarios (que integran empresarios, trabajadores y delegados del gobierno) están tensionados por el intento patronal de vaciar de contenido la negociación colectiva".
La semana pasada el sector rural plantó su negativa a aumentar los salarios este año y el próximo, y acusaron a los sindicatos del sector de intransigentes.
Los empresarios del sector lácteo, además, se retiraron de estas negociaciones ante un conflicto que enfrenta a las partes por las fuentes de trabajo, que están amenazadas debido a la crisis de algunas de las empresas industrializadoras de la leche. "Me da la impresión que algunas decisiones patronales están teñidas de ese giro neoliberal que se viene dando en América Latina, sino no se entenderían", agregó el dirigente sindical.
"Si nos va bien a los trabajadores le va bien al pueblo", es una de las consignas de la huelga en Uruguay. "Este es el momento de defender la negociación colectiva y participar de forma contundente del paro", agregó Abdala respecto de la protesta, que afecta a la enseñanza pública y privada, la salud, la industria, la banca y el transporte.
Abdala precisó que con esta protesta "no empieza ni termina nada, sino que ésto va a continuar con las múltiples movilizaciones y jornadas de lucha que habrá este año, pero sin dudas que es un mojón muy importante", precisó.
La dirección de la central sindical uruguaya está integrada en su mayoría por dirigentes que militan en sectores políticos progresistas afines al Gobierno aunque, en ocasiones como ésta, intenta tomar distancia y reivindica la independencia como sindicato.
