Jeannette Jara sobre su viudez a los 21 años: "Aprendí lo que es la resiliencia, a mirar siempre el vaso medio lleno"
Jeannette Jara - Agencia Uno
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Jeannette Jara, exministra del Trabajo y candidata presidencial del Partido Comunista y Acción Humanista, recordó cómo vivió la viudez con tan solo 21 años y cómo esa experiencia la forjó en la vida: “Todo lo que me ha pasado después, por muy difícil que sea, yo lo miro desde esa experiencia. Siempre digo: 'Todo lo que pueda pasar, no puede ser peor'”.
La abogada y administradora pública de la Universidad de Santiago tuvo una profunda entrevista con La Tercera, en donde se refirió a su candidatura y su paso por el Ministerio del Trabajo, pero también habló de su familia, sus amistades y juventud.
En la instancia, Jara contó que es la hermana mayor de cinco hermanos de un matrimonio de Conchalí, y que tuvo que asumir el rol de pater familias (la cabeza de la familia) tras el deceso de su padre, señalando que “como muchas mujeres en Chile, fui una hermana que actuó como mamá o papá a la vez”.
Además, dijo que se casó por primera vez a los 19 años, enviudando tan solo dos años después. Tiempo más tarde volvió a casarse y en ese matrimonio tuvo a su único hijo, Andrés, pero se divorció después de 15 años.
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Jara sobre su viudez: "Es de las cosas que más me han marcado"
“Quedé viuda muy tempranamente y fue un proceso muy difícil para mí, siento que después de eso asumí una actitud resiliente”, comentó, recordando “me casé súper joven, era una niña. Estaba súper enamorada”.
“La muerte de tu pareja tan joven es una experiencia vital muy gravitante en la vida. Es de las cosas que más me han marcado”, añadió Jara, sin querer entrar en detalles sobre la muerte de su primer esposo.
A pesar de lo anterior, dijo que “quedar viuda tan joven fue un golpe fuerte. Por suerte, siempre tuve el apoyo de su familia. En ese momento, todos nos abrazamos y hasta hoy nunca nos hemos soltado las manos. Yo pensaba: ‘Si mi suegra perdió un hijo -que es lo peor que nos puede pasar en la vida-, con mayor razón yo tengo que salir adelante’”.
“Y así aprendí lo que es la resiliencia, a mirar siempre en la vida el vaso medio lleno. Entonces, todo lo que me ha pasado después, por muy difícil que sea, yo lo miro desde esa experiencia. Siempre digo: ‘Todo lo que pueda pasar, no puede ser peor’. Por eso soy una persona irreductiblemente optimista y disfruto cada momento”, agregó.
En este sentido explicó “aprendí que muchas veces las personas se sienten tristes o deprimidas porque esperan que la vida sea un momento de euforia o de alegría. Yo creo que es al revés. La vida es habitualmente alegre y se disfruta porque, cuando uno ha estado verdaderamente triste, sabe realmente lo que es la pena”.
