Los diputados de la UDI anunciaron que no seguirán en la mesa de diálogo que encabeza la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, que busca acuerdos para impulsar la nueva reforma de pensiones, condicionando su continuidad a la salida del gobierno del ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson.
El diputado Cristián Labbé, quien había sido parte de las reuniones con la ministra Jara, anunció que no participarán de las negociaciones mientras el ministro Jackson siga en su cargo.
UDI considera “inverosímil” pensar que no hubo coordinación al interior del Ministerio de Desarrollo Social en robo
“Como UDI hemos tomado una determinación. Nos vamos a seguir dialogando con un gobierno que no entiende que las prioridades de los chilenos son la gestión y las pensiones”, expresó el diputado Labbé.
“Mientras el ministro Jackson siga en la cartera de Desarrollo Social y no de un paso al costado, los parlamentarios de la UDI no estamos disponibles para seguir conversando con la ministra Jara ni con nadie de este gobierno”, añadió.
Jackson ha sido cuestionado por la UDI, e incluso 23 parlamentarios enviaron una carta en la que lo acusan de estar directamente relacionado con el robo que sufrieron las oficinas del Ministerio de Desarrollo Social, por lo que han pedido su salida del cargo.
Desde el gobierno, el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, acusó que en la UDI hay una “obsesión” con el ministro Jackson y le bajó el perfil a que el partido miembro de Chile Vamos se reste de las conversaciones
“El gobierno va a insistir en ese diálogo y si hay quienes quieren pasar otro tipo de cuentas o se obsesionan con un determinado ministro, y renuncian a la obligación de legislar, sinceramente lo lamento”, expresó Elizalde.
“Este partido en particular no ha tenido una voluntad muy constructiva en estas materias”, añadió.
Junto con condicionar el diálogo, el diputado UDI aseguró que la reforma que propone el gobierno está “ideologizada” y enfatizó que, para ellos, el 6% adicional de cotización debe ir por completo a las cuentas individuales, y no un porcentaje a un seguro social, como propone el gobierno.
