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Adolescente con dislexia aplicó radical e ingenioso truco para distinguir la izquierda de la derecha

Facebook - Alexis Morris tiene dislexia
Daniela Bravo
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La joven de 16 años fue diagnosticada con dislexia a los 8 años, y ahora que sacó licencia de conducir tomó una decisión para su seguridad y la de los demás.

La dislexia es un trastorno del aprendizaje que consiste en la dificultad en la lectura debido a inconvenientes para identificar los sonidos del habla y aprender a relacionarlos con las letras y las palabras (decodificación).

Así la define el sitio web de la Clínica Mayo, donde además se agrega que este trastorno es una consecuencia de diferencias individuales en las áreas del cerebro que procesan el lenguaje.

Si bien la dislexia no tiene cura, la evaluación y la intervención tempranas dan excelentes resultados. 

Para quienes conviven día a día con este trastorno, no es fácil realizar algunas actividades tan cotidianas como manejar un vehículo. Para nadie es sencillo emepezar a hacerlo, sin embargo para Alexis Morris, una adolescente de 16 años, oriunda de Kentucky (Estados Unidos), tenía una complejidad mayor 

La joven, que le diagnosticaron dislexia a los 8 años de edad, le resultaba imposible distinguir entre izquierda y derecha por lo que tomó una radical e ingeniosa decisión para facilitar su forma de conducir.

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En este sentido, y con la ayuda de su madre, buscó a una persona que le tatuara en las manos una L (left: izquierda) y una R (right: derecha) para poder conducir sin miedo a confundirse. Debido a lo costoso que salía, recurrieron a las redes sociales y le pidieron al estudio de Scotty Jr. Thompson si podían realizarle los diseños.

"Mi hija tiene 16 años y tiene dislexia severa y no puede distinguir la izquierda de la derecha, por lo que solo quiere una L pequeña en la mano izquierda y una R pequeña en la derecha", escribió la madre de Morris a Thompson en Instagram. "Me cotizan entre $100 y $150 cada vez que llamo. ¿Por cuánto harías esto?", le preguntó la mujer al tatuador.

El artista, quien aprendió el arte del tatuaje de su padre, le dijo a TODAY.com que le molestaba que otras tiendas cobraran tanto. "Me enorgullece ser el artista del tatuaje del hombre común", dijo Thompson. "Crecí sin tener 200 dólares extra para gastar en un tatuaje, así que cuando vi a su madre decir que acababa de obtener su permiso y tenía problemas para diferenciar... supe que se lo iba a hacer y gratis".

Y agregó: "He hecho tatuajes gratis a gente antes, cubriendo cicatrices de autolesiones... Ahora Alexis se siente mucho más segura en la carretera, no sólo por ella, sino también por los que la rodean", expresó el tatuador.

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