Las peticiones de matrimonio suelen ser un tanto creativas. Muchas personas pasan semanas e incluso meses planeando el cómo realizar la mejor petición.
Y, por lo mismo, la creatividad se presta para todo. Para éxitos y, a veces, para fracasos.
En ese sentido, esta es la historia de Joel Booth, un dentista de 30 años que reside en Kalispell, en Montana, Estados Unidos.
Booth decidió pedirle matrimonio a su novia, Kadie Latimer. Sin embargo, sorprendió a todos al momento de pedir su mano.
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Vestido con un traje, bajo una puesta de sol romántica y en el Parque Nacional de los Glaciares de Montana, Booth decidió dar el paso.
Se colocó ante la esteticista de 28 años y ahí decidió entregarle un cachorro de golden retriever de nueve semanas.
"Cuando me di vuelta por primera vez, me sorprendió mucho verlo con un cachorro de golden retriever. Mi primera consulta fue de quién era", dijo Latimer.
Sin embargo, se dio cuenta que correspondía a ella cuando vio que tenía un collar con el nombre "Kadie".
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"Inicialmente pensé que había llamado al perro por mi, pero lo miré más de cerca y debajo de él decía: '¿Te casarías conmigo?'", afirmó Kadie según consigna New York Post.
Fue ahí cuando Booth se arrodilló, sacó un anillo y le propuso matrimonio.
"Kadie es especial para mí y quería hacer algo especial para ella, para que no lo olvidara", señaló el joven.
Al final, la apuesta de Joel dio resultados. Se van a casar y de paso, ya tienen a un nuevo integrante de su familia.
