Niño muere tras comer huevitos de chocolate envenenados: Fueron un regalo para su madre e incluían una inquietante nota
Freepik - Huevo de chocolate
Una tragedia conmociona a Brasil tras la muerte de un niño de 7 años, quien falleció luego de consumir un huevo de Pascua envenenado. El hecho ocurrió en la ciudad de Imperatriz, en el estado de Maranhão, al noreste del país. La presunta responsable, una mujer identificada como Jordelia Araújo, de 36 años, fue arrestada mientras intentaba huir en un autobús.
Según informó la Policía Civil de Maranhão, Araújo habría enviado una bandeja con dulces de pascua a la familia de Miriam Lira, de 36 años, madre del menor. El obsequio, que incluía huevos de Pascua cubiertos de chocolate, fue entregado por un mensajero la noche del miércoles, acompañado de una tarjeta que decía: “Con cariño, para Miriam Lira. ¡Felices Pascuas!”
Horas después de consumir los chocolates, Luis Silva, de solo 7 años, junto a su madre y su hermana Evelyn, de 13, comenzaron a presentar síntomas de envenenamiento severo. El menor perdió el conocimiento y fue trasladado de urgencia al Hospital Municipal de Imperatriz, donde sufrió un paro cardíaco. Aunque fue reanimado, lamentablemente falleció alrededor de las 4:00 a.m.
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Chocolate envenenado: vínculos y llamada clave
Las autoridades investigan el móvil del crimen, ya que Jordelia Araújo habría mantenido una relación sentimental con el exmarido de Miriam Lira, padre de los dos hijos de la mujer.
Según testimonios, Lira recibió una llamada anónima de una mujer poco después de la entrega del paquete. Al contestar, la voz femenina solo preguntó si había recibido el huevo de Pascua y luego dijo: "Ya sabrás quién es", antes de colgar sin revelar su identidad.
Mientras esperaba noticias de su hijo en el hospital, Miriam Lira comenzó a desvanecerse. Tanto ella como su hija debieron ser intubadas de emergencia debido a los efectos del presunto veneno. Testigos describieron cómo las manos de Lira se tornaron moradas y presentaba serias dificultades para respirar.
Una tía del menor, Naiza Santos, relató que al principio pensó que el niño simplemente se sentía mal, pero rápidamente la situación se volvió crítica: "Pensamos que se estaba ahogando, tratamos de ayudarlo, pero ya estaba perdiendo el conocimiento", relató.
Las autoridades retiraron muestras sobrantes del chocolate y las enviaron al Instituto Criminalístico de Imperatriz para determinar la sustancia exacta utilizada en el envenenamiento.
La detención de Araújo se produjo menos de 24 horas después del hecho, mientras intentaba escapar de la ciudad a bordo de un autobús en Santa Inés, a más de 380 kilómetros del lugar del crimen.
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