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Se quejó por los precios en un café y la respuesta del dueño la dejó en ridículo

Se quejó por los precios en un café y la respuesta del dueño la dejó en ridículo
T13
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La clienta dijo que era demasiado caro y que fueron muy groseros con ella luego de pedir sólo una taza de agua con limón.

Un cliente dejó un terrible comentario en TripAdvisor de un café y restaurante de York, Inglaterra. Sin embargo, esta persona debe haberse sorprendido al darse cuenta de que recibió una respuesta del jefe y que fue cualquier cosa, menos una disculpa.

Hannah C, del norte de Yorkshire, se reunió con algunos amigos en el Bistro Café Bennett, no obstante ella solo pidió un poco de agua caliente con una rodaja de limón, pero cuando llegó la cuenta se dio cuenta que le estaban cobrando al rededor de 2.100 pesos chilenos por la bebida. 

La mujer no pudo controlar su ira y dejó un extenso comentario en el sitio sitio donde los usuarios de todo el mundo comentan sus experiencias en lugares públicos, llamado TripAdvisor: 

“Sobreprecio y personal muy grosero:

Este lugar es absolutamente horrible. Fui a tomar el té de la tarde con unos amigos, pero tenía un presupuesto apretado. Ordené agua caliente con una rodaja de limón y, primero, no lo trajeron al mismo tiempo que el pastel y las bebidas de mis amigos. Luego me cobraron casi 3 dólares por el agua caliente y una delgada rodaja de limón. Cuando pregunté por qué me cobraban tanto por un poco de agua, el mesero, de forma grosera me dijo: ‘¿Qué no sabes cuánto cuesta el limón?’. Sí, y definitivamente no cuesta 3 dólares. Luego me informó de forma errónea, que ‘un té para una persona’ (que es lo que me estaban cobrando) es del mismo precio que un limón. Para mostrar lo ridículo que es esto, mi amigo ordenó una rebanada de pastel de chocolate y le cobraron 2 dólares.

Espantoso lugar, que definitivamente no recomiendo, y el mesero tan grosero que me atendió debería ser despedido. No volveré y les diré a mis amigos y familia que no vayan”.

Y así fue la genial respuesta del jefe que se hizo viral:

“Lamento que usted se haya sentido maltratada y trataré de explicarle por qué no lo fue. Usted entró al café y el camarero le mostró su asiento, le dio un menú, esperó un momento y luego tomó su pedido. Recogió una taza, un plato y una cuchara y los llevó a la cocina. Allí seleccionó un cuchillo, una tabla de cortar y tomó un limón del refrigerador, cortó un trozo y se lo puso en la taza. Luego regresó al comedor, agregó el agua caliente necesaria y llevó la taza a su mesa.

Cuando se iba, imprimió su cuenta, se la llevó, procesó su pago con tarjeta de crédito y cobró en la caja. Después de que usted se fue, levantaron su taza, plato y cuchara; los llevó a la cocina, se lavaron y secaron, junto con la tabla de cortar y el cuchillo, y pusieron aparte el limón. Entonces, de regreso al comedor, se vuelve a apilar la taza, plato y cuchara, se limpia su mesa y se sustituye el menú a la espera del próximo cliente. Eso es al menos entre 2 y 3 minutos de trabajo para el camarero.

El costo de los gastos generales de la empresa, es decir, el alquiler, las tasas de negocio, los costos de electricidad, gastos bancarios, etc, alcanza los 39 dólares por hora. Yo le pago a mis empleados un salario digno y decente, después de tener en cuenta el pago de vacaciones, el seguro nacional y el tiempo no productivo antes de la apertura y después del cierre; el camarero que le sirvió me cuesta 18 dólares la hora.

Por lo tanto, en conjunto, el costo es de 57 dólares la hora o 0.95 dólares el minuto, lo que significa que el costo de proporcionarle a usted de 2 a 3 minutos un servicio es de 2.85 dólares. Entonces el gobierno añade el 20% de IVA en el costo de esa taza de infusión de frutas, lo que eleva su precio a entre 2.80 y 3 dólares, independientemente de si se le pone una bolsita de té que cuesta medio penique, o una rodaja de limón que cuesta cinco peniques.

Tengo que pagar a mis proveedores, de otro modo las instalaciones no estarían a disposición de otras personas para que los utilizaran en el futuro. Acepto que esto hace que el precio de una taza de té en un café del centro de la ciudad sea caro, comparado con el que usted se hace en casa; pero por desgracia esa es la cruel realidad de la vida. Y en realidad las instalaciones cuestan dinero; mucho más que los ingredientes.

Tal vez la mala educación que percibe en mí fue provocada por la falta de respeto que yo percibí en usted por su presunción de que podría utilizar nuestras instalaciones y ser atendida de forma gratuita”.

 

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