“Estimado Carlos Eugenio: Quizás cuando leas estas líneas iré camino a jurar”.

Así parte el correo que envió a las 19:48 horas del miércoles 10 de marzo de 2010 Pablo Wagner San Martín a Carlos Eugenio Lavín. En el texto, en poder de la Fiscalía de Alta Complejidad que investiga el caso Penta y la acusación de cohecho y lavado de activos en contra de Wagner, el hasta hace unos días militante UDI hace referencia a que se aprestaba a jurar como nuevo subsecretario de Minería de Sebastián Piñera.

“Te quiero agradecer muy profundamente todos estos 12 años que podido trabajar en Penta. Han sido los mejores años profesionales de mi vida”, continúa el email enviado a Lavín, uno de los controladores del holding junto a Carlos Alberto Délano.

En el mismo correo, junto con asegurar que “sin haber estado en Penta no habría podido dar el paso a ser subsecretario”, Wagner sostiene que creció como persona y profesional, pero también entra de lleno a un tema que hoy cruza su defensa para justificar los $42 millones que recibió en pagos bimensuales por parte de Penta, con boletas de honorarios de su cuñada, mientras fue funcionario de gobierno:

“Como te conté en la mañana lo de Banmedica resultó a medias, pudimos cerrar en $75 millones, pero quedaban $167 millones por devengar, la diferencia de $92 millones no se pudo alcanzar. Cualquier ayuda será agradecida de por vida por mi familia. Demás está decirte que cuentes conmigo para lo que necesites. También que pediré tu consejo a menudo. Como me dijiste cuando hablamos, no es un adiós sino un hasta pronto”, le dice Wagner a Lavín.

A lo que se refiere Wagner es a una supuesta deuda que Banmedica, la isapre del grupo Penta, mantendría con él, pues tenía un contrato a plazo fijo que pidió respetar pese a que renunció para irse al gobierno.

Poco después, de hecho sólo a horas de jurar como subsecretario, a las 5:41 horas del 11 de marzo, Wagner envió otro correo a Penta. Esta vez a Carlos Alberto Délano y a Manuel Antonio Tocornal, gerente general corporativo.

“Carlos Alberto: cuando leas este correo quizás ya seamos gobierno. Te quiero agradecer personalmente por haberme contratado hace 12 años y apoyarme siempre”, parte el correo. “Este será un período de HASTA cuatro años. Así que como me dijo CEL (Lavín) no es un adiós sino un hasta pronto (…) Si hubiera querido ser político habría elegido otro camino, este potencia el lado empresarial junto con el servicio público”, señala.

Cuando llevaba menos de un día como subsecretario, Wagner tuvo respuesta desde Penta, para lo de la supuesta deuda.

“Pablo: Estuve hablando con el Choclo tu tema y se nos ocurrió algo. Hablemos”, fue el escueto mensaje de Carlos Eugenio Lavín el 12 de marzo.

Luego de eso viene una cadena de correos entre Wagner y Carlos Eugenio Lavín en que ambos no logran ponerse de acuerdo en una fórmula mediante la cual el entonces subsecretario pudiera hacer clases por 10 horas mensuales en la UDD.

El fallido nombramiento en Codelco

Otro de los correos que figura en el expediente tiene relación con el fallido nombramiento de Carlos Eugenio Lavín en el directorio de Codelco.

El gobierno debía nombrar directores en la estatal y Wagner hizo lobby en favor de su ex empleador, según consta en el correo que envió el 19 de abril a su superior directo, el entonces ministro de Minería Laurence Golborne.

Caratulado “cv Carlos Eugenio Lavín”, Wagner adjunta el currículum del controlador de Penta acompañado de la siguiente reseña: “Laurence: te reenvío el CV de Carlos Eugenio Lavín. Es el hombre de negocios más inteligente, visionario, práctico y estratega que he conocido. Realmente sería un lujo para el país y Codelco tenerlo como Director (no quiere otros directorios). Se lo pelean las empresas para otros directorios distintos a Penta. Está dispuesto a hacerlo completamente gratis y a dedicarle tiempo, que es más valioso aún”.

Pero el martes 11 de mayo de 2010, Piñera nombró en Codelco a Fernando Porcile, Andrés Tagle y Juan Luis Ossa.

El 19 de mayo, a las 20:51 horas, Carlos Eugenio Lavín le envió el siguiente correo al entonces subsecretario de Minería: “Pablo: vi que iniciarías road show con proyectos mineros. Ya que no voy a poder ver el negocio desde el directorio de Codelco, espero que no me dejes fuera del road show. Bromas aparte, escuché que habías llegado a un arreglo de hacer clases en el MBA de la UDD. Despejado eso, podríamos retomar el tema que teníamos pendiente. Saludos cordiales. Carlos E. Lavín G. H.”

Exactamente 11 minutos se demoró Wagner en responder.

A las 21:02 de esa misma noche, desde su cuenta gmail, el ingeniero escribió a Lavín: “Estimado Carlos Eugenio: lo de Codelco no resultó porque finalmente se politizó. Tu nombre fue propuesto por el Ministro y yo al Presidente. Pensé que serías director porque compartíamos que eras uno de los mejores candidatos de Chile (no es broma). Finalmente la cosa fue un UDI y un RN, de ahí el flaco Tagle que no fue propuesto por nosotros. Hice de verdad todo lo que pude”.

Pero el mail no queda ahí. Wagner le comenta que no ha llegado a ningún acuerdo con la UDD y que lo quiere llamar para retomar “nuestro tema pendiente”.

En el mismo mail, Wagner remata alertando a uno de los dueños del grupo que controla dos aseguradoras de salud privada como Banmédica y Vida Tres: “Por otro lado, se vienen nubarrones fuertes para las isapres desde el Tribunal Constitucional (he sido requerido por el ministerio de Salud y Presidencia). Me gustaría comentártelo. Un abrazo. Pablo Wagner”.

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