Cuando se implementó en 1986 la restricción vehicular para combatir la contaminación, buena parte del parque existente se detuvo porque está conformado completamente por automóviles sin convertidos catalítico.

Actualmente sólo 55.903 vehículos -el 3% del total- según consignó El Mercurio, no son catalíticos por lo que desde hace varios años, aunque la medida se aplique, no tiene efectos prácticos relevantes.

A partir de este año, la restricción vehicular busca volver a cobrar sentido. A partir del 1 de abril se aplicará la disposición a vehículos con convertidor catalítico en cada preemergencia y emergencia ambiental.

Este año vamos a tener muchos más episodios porque es un estándar mucho más elevado, cuando se aplique la restricción vamos a tener un impacto mayor en la ciudad
Claudio Orrego a El Mercurio

Desde este año se invocará al declararse niveles críticos de material particulado fino (MP 2,5), considerado el contaminante más peligroso y responsable de cuatro mil muertes al año. Con estos cambios, las restricciones afectarán mucho más seguido a los autos con convertidor catalítico.

El intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, explica que es muy probable que se mantenga la misma lógica que hoy opera para los episodios críticos por MP10: dos dígitos en preemergencias y cuatro en emergencias.

Así, debiese paralizar el 40% del parque automotor en días en que los niveles de contaminación sean críticos. "Este año vamos a tener muchos más episodios porque es un estándar mucho más elevado, cuando se aplique la restricción vamos a tener un impacto mayor en la ciudad", indicó.

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