-¿Había posiciones distintas en el partido, gente que planteaba dar libertad de acción?

-La decisión fue muy conversada. Tuvimos más de ocho conversatorios con la militancia. Yo estuve siempre a favor de la aprobación del texto y me la jugué por eso al interior del partido. Es ciertos que hubo algunas personas que plantearon la libertad de acción. Pero fueron solo dos menciones respecto de una prescindencia: la diputada Joanna Pérez y de Fuad Chahín.

-En su declaración, el partido deja abierta esa posibilidad porque afirma que los chilenos deben decidir si es mejor o no este texto y que se respeta a los militantes que piensan distinto.

-Eso tiene que ver con nuestra historia. Muchos de nuestros militantes vienen del Partido Radical, Partido por la Democracia, Democracia Cristiana y en el proceso anterior, cuando expresaron sus opiniones disidentes a la que establecían sus partidos, fueron expulsados.

Obviamente, en todos los partidos hay diferencias pero nosotros no vamos a tomar ninguna medida como la que se tomó en el pasado en los partidos en los cuales muchos de nosotros militamos. La libertad de conciencia la vamos a respetar siempre como partido.

-¿Había gente por el en contra?

-En el debate de la militancia, hubo algunas voces, pero muy pocas. Y en la directiva ninguna. Eso lo descarto de plano.

-Como abogado, ¿cuán satisfecho te deja este texto?

-Un texto constitucional nunca puede dejarte 100% satisfecho. Se trata de un pacto donde no todos vamos a quedar totalmente contentos. Si fuese así, sería un mal pacto. Como abogado creo que estamos frente a un texto de buena calidad jurídica, un texto que aporta muchísimo más que lo que tenemos hoy día.

En diciembre la gente va a optar entre el texto que tenemos hoy, la Constitución de 1980 o 2005, y el texto del Consejo, que agrega un montón de temas que me parecen relevantes.

-¿Por qué crees que es mejor?

-Porque mejora el sistema político, mejora el catálogo de derechos sociales con responsabilidad fiscal, establece una agencia contra la corrupción, particularmente cuando hemos visto el escándalo de las fundaciones. Elementos interesantes como esta Fiscalía interregional que va a permitir perseguir el crimen. También, el hecho de tener una Defensoría de las víctimas, algo que durante tantos años se necesitó en el proceso penal.

-Algunos juristas han criticado la calidad técnica de algunas partes del texto.

-Hay que sacar los mitos. La izquierda ha querido rechazar el texto antes de leerlo. Y antes incluso de que existiera. Eso me parece una irresponsabilidad tremenda de la izquierda con Chile, porque este tema hay que cerrarlo.

Sin reglas del juego claras, durante más de cuatro años este país ha decrecido. Estamos creciendo lo mismo que Argentina y Haití y hemos aumentado los números en materias dramáticas como la migración o la cantidad de homicidios por cada 100.000 habitantes.

-¿Es posible que el tema constitucional no se cierre incluso si gana el A Favor?

-La izquierda ya nos notificó que seguirá insistiendo, día tras día, porque si gana el rechazo quedará el texto que ellos llamaban “de los cuatro generales”. Fíjate que el presidente Boric hace solo un par de meses decía que cualquier cosa que la Convención escribiera era mejor que una Constitución firmada por cuatro generales. Le cobro la palabra al presidente Boric. Nos tiene que decir si este texto es mejor que lo que escribieron los cuatro generales.

-La presidenta del Partido Socialista dijo que el texto “impone una visión económica ultra liberal, regresiva en derechos y conservadora”.

-A mí me parecen lamentables y livianas las declaraciones de la senadora Paulina Vodanovic, porque no ha leído bien el texto o no ha querido leerlo sin prejuicios. Si uno lee el catálogo de derechos fundamentales que hoy tiene la Constitución, este texto agrega muchos derechos. Y en materia de derechos de la mujer también agrega la igualdad salarial, los temas de cuidado. ¡Por primera vez se habla de las mujeres en la Constitución! Fíjate que la Constitución del 80 la nombra una sola vez.

Aquí también se incluyen temas como el cambio climático, los distintos tipos de familia con un foco absolutamente progresista. Me llama la atención que se hagan juicios tan livianos sin hacer un análisis de fondo del texto. Y me preocupa porque se inventan mitos. No me parece una Constitución ni conservadora ni menos que retroceda en derechos.

-Según el PPD esta es la Constitución de Kast, ¿esa va a ser parte de la batalla comunicacional en la campaña?

-El mote de que sea la constitución de Kast es lo más torpe que existe, porque entonces ellos van a defender la Constitución de Pinochet. Si uno pone motes, puede terminar generando bonitos eslóganes, sin solucionar nada.

Por lo demás, quienes no quisieron ceder en este proceso no fueron Republicanos ni la centroderecha. Se vio mucha más capacidad de diálogo en ellos que en la centroizquierda y en la izquierda más radical. El octubrismo busca un repliegue táctico, esperar a que haya mejores condiciones y volver a insistir con un proyecto refundacional. Es una frivolidad política decir que esta es la Constitución de Kast.

-El presidente Boric dijo que no había habido consenso y que se cometieron los mismos errores del proceso anterior.

-El Presidente tiene muchas cosas que hacer, antes que estar de comentarista de la Constitución y referirse a materias de derecho. Le pediría que se dedique a gobernar, a trabajar por el país. Hay urgencias que dependen de él. El Presidente debería dejar de ser un comentarista y abocarse a lo que tiene que hacer.

-¿Qué papel pueden jugar Demócratas y Amarillos en una campaña que no se ve fácil?

-Cuando nos sumamos al rechazo desde la centroizquierda, nos decían lo mismo. Que era muy difícil dar vuelta los números y finalmente ganó el rechazo. Decirle a la gente que esto no les va a cambiar la vida de un día a otro, pero que sí abre posibilidades de asegurar más derechos y tener un sistema político que solucione los problemas, deberían ser ejes de la campaña. El chileno de a pie sabe entender cuando hay buenas razones para votar de una manera.

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