“Yo creo que hay que rechazar”. Renato Garín, abogado, ex diputado de Revolución Democrática (RD), ex convencional elegido como independiente en un cupo Radical, y autor del libro “El fracaso: cómo se incendió la Convención”, regresó este lunes al ex Congreso de Santiago.

  • Según contó, fue invitado como asistente a un seminario de seguridad, pero aprovechó de saludar a conocidos y observar los contrastes estéticos y políticos del proceso en que participó —rechazado en el plebiscito del 4 de septiembre de 2022— y el presente, liderado por Republicanos y que será sometido a plebiscito el 17 de diciembre.

¿Qué le ha llamado la atención en su regreso al ex Congreso?

El proceso está más ordenado, primero. Estéticamente, más gris, más conservador. Se nota en el día a día una rutina más aburrida, las vestimentas se ven en tonos mucho más oficinescos, burocráticos, dominan los negros, los ocres, los colores pastel, cuestión que en la Convención era opuesto; un lugar de mucho más jolgorio, de música, de picnic prácticamente todos los días. Eso es una diferencia estética fundamental.

¿Y eso juega a favor o en contra? Usted comparó el proceso anterior con un reality show

Yo creo que permite hacer el contraste de que aquí se está intentando hacer algo distinto a lo anterior. Ahora, no sé si el resultado vaya a ser mejor, pero hay un intento por recuperar cierta tradición de sobriedad. Eso se nota.

Recién estaba hablando con asesores y consejeros. ¿Con quiénes ha conversado?

Tengo una gran amistad con Jorge Barrera Rojas, nos conocemos desde hace ya 20 años y él es el jefe de asesores de Republicanos. Estuvimos conversando un poco de lo que viene y de cómo se está perfilando el asunto.

También habló con consejeros…

Con Lucho Silva (jefe de bancada de Republicanos) nos conocemos hace un tiempo. Tuvimos unos (foros de) Youtube en común, yo le regalé además mi libro, ‘El fracaso’ uno, y le traté de entregar mi mirada de lo que está ocurriendo; no del texto sino del ambiente en el cual se está discutiendo este texto. También hablé con (Alihuén) Antileo (único consejero en el cupo de pueblos originarios), porque comparte una asesora que tuvo con Lucho Jiménez (ex convencional aymara) del proceso anterior, que nos presentó.

¿Cómo ve el proceso?

Creo que es un proceso perforado, en el sentido de que no tiene puntos de apoyo: a nivel popular, masivo, hay una indiferencia horrorosa, incontrarrestable. Una especie de saturación con el tema constitucional. Después, a nivel de las élites, tiene una carrera presidencial desatada, con características de guerra civil en la derecha entre José Antonio Kast y Evelyn Matthei (…). Y a nivel de las clases medias que se informan a través de la prensa, hay una muy fuerte presión de los columnistas, los Matamala, las Rincón y otros más, en comparar este proceso con el anterior y en sembrar dudas respecto de la viabilidad política del texto.

Recién dijo que su libro era sobre el “fracaso uno”. ¿Qué cree que ocurrirá en el plebiscito de salida?

Yo creo que ya ganó el Rechazo, mi impresión es que está cristalizado el escenario.

José Antonio Kast dice que lo pueden dar vuelta en 2 meses…

Republicanos va a tratar de darlo vuelta, obviamente, pero en lo fundamental, estos 3 elementos centrales que son la indiferencia, la campaña presidencial y la opinología en contra del texto, van a hacer inviable la aprobación.

¿Descree entonces de que la Comisión Experta pueda hacer cambios sustantivos?

Mi impresión es que no los van a hacer.

¿Y de los acercamientos con Amarillos?

Hay una muy fuerte presión política sobre grupos que no son tan influyentes, llámese Demócratas, Amarillos o sectores de la centroizquierda que rechazaron. Entonces hay una estrategia comunicacional de decirles: ‘Ah, ustedes dijeron una que nos una’, bueno, háganse cargo del borrador de Republicanos. Pero el proceso está perforado a nivel popular por la indiferencia, a nivel de la elite por la campaña presidencial y a nivel de clases media por la opinología.

¿Tiene decidido su voto?

Si el texto sigue como está, yo creo que hay que rechazar.

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